Aún siguen los coletazos por la reunión que mantuvieron en el aeropuerto de Barajas la vicepresidente del régimen de Nicolás Maduro, Delcy Rodríguez; y el ministro de Transporte español, José Luis Ábalos. La oposición de España busca dilucidar qué se habló en ese encuentro y responder el por qué de su realización cuando la funcionaria chavista tiene prohibido visitar países de la Unión Europea.
Según consigna el periódico español ABC, hablaron de varias cuestiones, de las que trascendieron solamente tres. Rodríguez le pidió a Ábalos que el mandatario español, Pedro Sánchez, no recibiera a Juan Guaidó -algo que finalmente sucedió-; le expresó su descontento por la estadía de Leopoldo López en la residencia del embajador español en Caracas; y también conversaron de Repsol.
Fuentes consultadas por el diario citado agregan un condimento más: “Pocas horas después de que Rodríguez abandonara España, cuando Juan Guaidó se encontraba todavía en Colombia, empezaron las presiones en varios de los países que iba a visitar el presidente encargado, especialmente Francia y Alemania, para que Emmanuel Macron y Angela Merkel no lo recibieran”.
“Puede ser coincidencia o no, pero muchos en el entorno del presidente encargado pensamos que fue otro de los asuntos que abordó Delcy Rodríguez con sus interlocutores españoles”, agregaron.
Estas presiones no surgieron efecto y finalmente Guaidó fue recibido por Macron y Merkel, entre otros mandatarios que con gusto conversaron con el jefe de la Asamblea Nacional venezolana.
Pero eso no es todo. Hay quienes que incluso afirman que fue el propio gobierno español el encargado de presionar para que esos encuentros de Guaidó con los otros presidentes no se concretaran. “El jueves 23 de enero Juan Guaidó está en Davos. En ese momento aparecen dudas en Francia sobre si es conveniente que al presidente encargado lo reciba el presidente o el ministro de Exteriores”, afirma una fuente a ABC.
Y agrega: “Esas dudas las instiga el Gobierno de España y se plantean no en los escalafones más altos, sino en puntos intermedios, con funcionarios que precisamente se dedican a esta logística, gente que no está en la primera fila. No es algo definitivo, pero se pone como ejemplo que en España, un país en que Venezuela es tan importante, el presidente del Gobierno no le vea”.
Guaidó fue recibido por Boris Johnson en el Reino Unido, Angela Merkel en Alemania, Emmanuel Macron en Francia, Justin Trudeau en Canadá y Donald Trump en EEUU.
“Indicios racionales de delito” en la reunión entre Ábalos y Delcy Rodríguez
Un juez español determinó el martes que existen “indicios racionales de delito” en la reunión sostenida el 20 de enero por José Luis Ábalos y Delcy Rodríguez.
La venezolana está entre los 25 funcionarios del régimen que tienen vedado el acceso a la Unión Europea desde 2018 como consecuencia de las sanciones impuestas por el bloque supranacional, pero su estadía en el aeropuerto y su posible acceso a la sala VIP llevaron a que miembros del Partido Popular (PP) realizaran una denuncia al respecto. En concreto, lo acusaron de prevaricación administrativa, delito que es castigado con una pena de entre 9 a 15 años de inhabilitación para ejercer cargos públicos.
En consecuencia, el magistrado ordenó una serie de diligencias, entre las que se cuenta la necesidad de conservar las imágenes de las cámaras de seguridad del día en que el encuentro tuvo lugar. La decisión llegó 48 horas antes de que se cumplieran 30 días del encuentro, límite temporal antes de que las autoridades estén autorizadas a destruir el material. De no hacerlo, advirtió, las autoridades incurrirían en el “delito de desobediencia a la autoridad judicial”.
Según indicó el juez, “la Decisión del Consejo de la Unión Europea 2017/2074” incluye “la prohibición de viajar a territorio de la Unión Europea, lo que incluye los tránsitos o escalas en cualquier aeropuerto de la Unión Europea, con obligación de cualquier Estado miembro de adoptar las medidas necesarias para impedir que entren en su territorio o transiten por él”.
La escala de Rodríguez -quien luego siguió camino a Turquía- se produjo en pleno viaje por Europa del presidente encargado Juan Guaidó, quien se reunió con distintos jefes de Estado del continente, pero no con el español. En su lugar lo recibió la ministra de Relaciones Exteriores, Arancha González Laya. Guaidó se reunió también con autoridades de los partidos opositores.
El hecho generó controversia tanto entre las distintas facciones ideológicas del Parlamento español como dentro de la coalición gobernante, compuesta por el Partido Socialista (PSOE) y Unidas Podemos. La oposición, compuesta por el PP, Ciudadanos y VOX, convocó a Ábalos al Parlamento para cuestionarlo por sus acciones. Y el PP introdujo una moción para cesarlo en su cargo, la cual defenderá en el próximo pleno del Congreso. También solicitó acceder -a través de un proceso legislativo- a las grabaciones de la Terminal 4 del aeropuerto para observar los movimientos de ambos. Pero su intento fue infructuoso.
En tanto, dos figuras con peso en el partido, como los ex presidentes Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero, han criticado y aplaudido (respectivamente) la actuación de Pedro Sánchez. Zapatero, de hecho, viajó el 7 de febrero a Venezuela para reunirse con Maduro. Pero el partido tomó distancia del hecho asegurando que no comenta sobre “la visita de ciudadanos españoles a Venezuela”.
El incidente se trasladó a instancias supranacionales: el Parlamento Europeo debatió el 11 de febrero si con el encuentro España infringió las sanciones de la UE. Pero los exponentes fueron exclusivamente españoles, que discutieron acaloradamente en el recinto.
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