El brazo juvenil del partido Voluntad Popular afirmó este miércoles que la tasa de deserción escolar media en Venezuela alcanza el 50 por ciento, mientras que la universitaria se ubica en el orden del 30 por ciento. La cifra fue provista por Jesús Mendoza en ocasión de su anuncio como coordinador de Ideas de Juventudes del partido venezolano.
“Este régimen no apuesta por el bienestar de los jóvenes. Hoy en día la juventud venezolana tiene que dejar de estudiar para ir a trabajar o está tratando de salir del país en busca de nuevas oportunidades. Los jóvenes con edad comprendida entre 18 y 24 años en su mayoría no tienen formación académica por culpa de los usurpadores, quienes no les dan prioridad a los estudiantes”, aseveró Mendoza.
El anuncio contribuye a ilustrar el sombrío panorama que atraviesa el sistema educativo venezolano bajo el régimen de Nicolás Maduro. Numerosos informes y reportes han provisto cifras adicionales, las cuales muestran que aún quienes asisten a los establecimientos educativos están lejos de recibir una educación adecuada, y que la deserción también alcanza a las plantillas de maestros.
En julio de 2019, la diputada opositora Bolivia Suárez informó que en las escuelas públicas se cumplió apenas el 70 por ciento del calendario previsto en el el año escolar 2018-2019 como consecuencia de la crisis. La cifra representa cerca de 60 días en los que los alumnos no asistieron a clases. Y aseguró que, fuera de la capital, la situación es más acuciante.
En zonas rurales, especificó, se registró “entre el 40 % y el 45 % de asistencia a clases”. Incluso, en el estado de Zulia (oeste, limítrofe con Colombia), Suárez precisó que se “registra un 75 % de ausentismo estudiantil”, es decir, semanalmente “los muchachos solo están asistiendo un día a clases”.
A principios de año organizaciones de maestros protestaron con el objetivo de que el régimen no solo aumentara sus sueldos, sino también implementara programas de alimentación para sus estudiantes. “Hay mucha deserción escolar porque los padres no tienen comida para llevarles a la escuela. Es triste ver que unos comen y otros no”, dijo a Infobae Magda Infante, maestra de educación inicial en Petare, uno de los barrios más grandes de Caracas.
Las carencias de los alumnos se vieron reflejadas también en un reporte de The New York Times. En Boca de Uchire, explicó, “cientos de niños se presentaron en el patio de su colegio para escuchar a un obispo católico local liderar una oración por la educación". "Para cuando terminó la ceremonia de 15 minutos, cinco niños se habían desmayado y dos de ellos habían sido sacados de la escuela en una ambulancia”, detalla un párrafo clave del artículo.
Los maestros también han abandonado a mansalva las escuelas como consecuencia de la crisis. Según la Unidad Democrática del Sector Educativo (UDSE), una organización que agrupa a maestros y profesores de todo el país, la cantidad de educadores activos en Venezuela se redujo a la mitad durante los últimos cuatro años.
En un reporte publicado en diciembre de 2019, la institución indicó que en las escuelas públicas del país quedan 263.769 maestros, comparado con los más de 500.000 que se contabilizaban en 2015. La crisis económica y la emergencia humanitaria los sacó del salón de clases pues, con suelos de entre 5 y 10 dólares por mes, apenas pueden adquirir 5% de la canasta básica de alimentos
Raquel Figueroa, coordinadora de la UDSE, estima que 50% de los profesionales en educación integral, especial, matemáticas, física, química, biología e inglés, ya no están en las aulas de clases.
La crisis económica y la emergencia humanitaria los sacó del salón de clases. Los maestros en Venezuela apenas pueden adquirir 5% de la canasta básica de alimentos. El docente de mayor rango percibe un poco menos de 10 dólares al mes. Mientras que el de menor escalafón no llega a los 5 dólares.
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