El gobierno de Donald Trump impuso sanciones este martes contra una filial de la petrolera estatal rusa Rosneft por sus operaciones comerciales con el régimen chavista, al que apoya políticamente para sostenerlo en el poder.
El Departamento del Tesoro explicó que la medida contra Rosneft Trading S.A. fue aplicada “por operar en el sector petrolero de la economía venezolana” e implica el blqoueo de los activos de la empresa que estén bajo jurisdicción estadounidense. Además, afecta a cualquier otra entidad manejada por la firma con un 50% o más de acciones.
“Rosneft Trading S.A. y su presidente negociaron la venta y el transporte de petróleo venezolano”, explicó en un comunicado el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin.
Además, la filial “ha proporcionado la mayor parte de los recursos financieros del régimen de Maduro”, declaró un alto funcionario bajo condición de anonimato, y agregó que estas sanciones “deberían tener un impacto significativo”.
“Las sanciones de hoy son otro paso en la presión contra Maduro para que Venezuela escape de esta crisis. Habrá nuevos pasos y más presiones. EEUU permanece comprometida con la libertad de Venezuela”, declaró Elliott Abrams, enviado epecial del gobierno de Trump para Venezuela.
Según informó el gobierno, el mes pasado la empresa sancionada facilitó el envío de 2 millones de barriles a África Occidental. Abrams destacó que la subsidiaria maneja el 70% del petróleo venezolano, por lo que destacó que es un paso muy significativo.
Sin embargo, las autoridades explicaron que este bloqueo no aplica a la firma principal, Rosneft Oil Company, y otras subsidiarias o afiliadas que no estén bajo el control de la firma de trading. De esta manera, los ciudadanos estadounidenses no están impedidos de mantener sus negocios con la matriz rusa.
También, la medida incluye sanciones para Didier Casimiro, presidente del directorio de Rosneft Trading, quien “tuvo reuniones con oficiales de PDVSA que incluyeron proyectos de asoramiento y oportunidades para fortalecer la relación estratégica”.
“Los dos principales compradores del petróleo venezolano son India y China. Tendremos conversación con los clientes sobre la política estadounidense”, advirtió Abrams.
Tras el anuncio, las acciones de Rosneft cayeron en picada hasta un cuatro por ciento, aunque luego moderaron las pérdidas hasta cerca de -2,5%, tanto en la bolsa de Moscú como la de Londres, poco antes del cierre de la jornada bursátil.
Venezuela vive un colapso económico agudizado desde la llegada al poder de Maduro en 2013, que provocó la huida del país de 4,7 millones de personas, según la ONU.
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