Estados Unidos pidió este miércoles que China, Cuba y Rusia retiren su apoyo al régimen de Nicolás Maduro, al tiempo que defendió su política de sanciones y que éstas sean implementadas o reforzadas por más países como el medio de presión más eficaz.
“Pedimos a nuestros aliados que implementen sanciones financieras y de viajes serias contra Maduro y su entorno, y que insten a Rusia, Cuba y China a cesar su apoyo a Maduro”, manifestó en una rueda de prensa el embajador de Estados Unidos ante la ONU en Ginebra, Andrew Bremberg, acompañado de dos políticos venezolanos opositores.
Miguel Pizarro, quien es enviado ante la ONU del gobierno interino de Juan Guaidó, defendió también la política de sanciones y rechazó que el pueblo venezolano sea la víctima de estas medidas.
“Cuba y otros dicen que la crisis en Venezuela se debe a las sanciones, pero esto es mentira, lo que está ocurriendo es el colapso de un modelo en el que la mitad de la población total del país se ha convertido en refugiados o migrantes, o necesita ayuda humanitaria”, declaró.
Sostuvo, además, que los tres países que son los principales valedores del régimen de Maduro deben tomar una decisión entre seguir apoyándolo o continuar haciendo negocios con otros países sudamericanos que están sufriendo los efectos de la crisis venezolana a causa de la migración. Pizarro aseguró que si las sanciones se levantaran, las divisas que entrarían al país no serían utilizadas por la dictadura para mejorar la situación del pueblo, sino para reforzar su posición.
En la rueda de prensa también estuvo presente el parlamentario opositor Angel Medina, quien afirmó que la única solución viable para Venezuela está en que las elecciones parlamentarias de diciembre próximo sean verdaderamente libres. Para ello dijo que debe haber una renovación integral del Consejo Electoral y que se respeten plenamente los derechos políticos, lo que implica la liberación de los presos políticos y el retorno de los exiliados, además de la participación en el proceso electoral de los cerca de cinco millones de venezolanos que han abandonado el país.
Otras condiciones para las elecciones libres es que no prosperen los intentos de Maduro “de manipular las reglas electorales” con el fin de obtener una “sobrerepresentación” en el Parlamento, así como la presencia de observadores internacionales antes, durante y después del día de la votación. Preguntado por si EE.UU. estaría dispuesto a financiar el aparato logístico que requeriría que los venezolanos que están fuera puedan votar, Bremberg reconoció que es un asunto que debe ser analizado, pero que antes se debe contar con las garantías de que las elecciones serían realmente libres y transparentes.
Con información de EFE
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