Crece la expectativa en Venezuela ante la inminente llegada al país de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). El ente autónomo de la OEA tiene previsto permanecer en suelo venezolano desde el martes 4 hasta el sábado 8 para evaluar la situación humanitaria del país. Sin embargo, la dictadura de Nicolás Maduro adelantó la semana pasada que no autorizaba la visita de la delegación, por lo que es una incógnita qué sucederá cuando los representantes de la CIDH lleguen al aeropuerto internacional de Maiquetía.
Por ese motivo, Humberto Prado, Comisionado Presidencial para la Defensa de los Derechos Humanos y Atención a las Víctimas, instó a la población a movilizarse hasta el aeropuerto para recibir a la delegación de la Comisión Interamericana. “Negar su entrada es una violación a los derechos”, advirtió.
Por su parte, la diputada por la Asamblea Nacional (AN), de mayoría opositora, Adriana Pichardo, consideró que “la dictadura quiere evitar un informe o visita como la de Bachelet”.
La parlamentaria aclaró que en caso que el régimen chavista no permita la entrada de la Comisión al país, se buscarán los mecanismos necesarios para que las víctimas puedan reunirse con los enviados de la CIDH para documentar cada uno de los casos; sea desde la frontera con Brasil o con Colombia. “¿Quién pierde con el impedimento de la entrada al país de la comisión? Los ciudadanos que hoy padecen la terrible crisis”, enfatizó.
Según la agenda divulgada este lunes, la delegación de la CIDH, encabezada por su presidenta, Esmeralda Arosemeña de Troitiño, llegará el martes al mediodía a Caracas para una visita ‘in loco’ al país para observar en el terreno el estado de protección de los derechos humanos. Además de la capital, la visita tendrá una escala en Maracaibo, la segunda ciudad en importancia.
El programa de la CIDH incluye reuniones con autoridades de la Asamblea Nacional y legisladores beneficiarios de medidas cautelares, así como con refugiados y asilados en sedes diplomáticas, familiares de civiles y militares privados de libertad, obispos y representantes de misiones diplomáticas y de la Oficina de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas.
La agenda establece visitas a un centro de detención, a la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM), y a hospitales e instituciones de salud.
El régimen de Maduro negó que el viaje a Venezuela, que la CIDH había comunicado inicialmente que realizaría del 3 al 7 de febrero, cuente con su aval, recalcando que el país dejó de ser un estado parte de la Organización de Estados Americanos (OEA) el 27 de abril de 2019. “El Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela no ha invitado o aceptado visita de delegación alguna de la CIDH. La visita anunciada en medios NO está autorizada”, indicó el canciller chavista Jorge Arreaza el viernes pasado en su cuenta de Twitter.
Diosdado Cabello, número dos del régimen y presidente de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) chavista, volvió a desestimar este lunes la anunciada visita. “La OEA para nosotros no existe. Ni siquiera llega a ser un organismo confiable para nada. Ellos andan alborotando, buscando lo mediático a ver cómo hacen”, manifestó en rueda de prensa. “Puede venir si quiere la corte celestial y no nos da ni frío ni calor”.
La OEA, que desconoce la legitimidad del segundo mandato de Maduro iniciado el 10 de enero de 2019, tras considerar que su reelección en mayo de 2018 no contó con las garantías necesarias, repudió “firmemente” en agosto pasado las violaciones “graves y sistemáticas” de los derechos humanos en Venezuela.
Entonces, 21 de los 34 miembros activos del bloque regional aprobaron una resolución para que la CIDH tenga “acceso inmediato y sin obstáculos” al territorio venezolano, país que no visita desde 2002.
En la OEA, Venezuela está representada por Gustavo Tarre, enviado del líder opositor Juan Guaidó, jefe parlamentario reconocido como presidente interino por unos 60 países. Tarre fue reconocido como enviado venezolano en la OEA por 18 países en abril pasado, días antes de que los representantes de Maduro abandonaran el organismo.
Con información de AFP
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