El presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Juan Guaidó, reconocido por más de 50 estados como “presidente encargado” del país, entre ellos España, ha reclamado este sábado desde Madrid un mayor apoyo de la comunidad internacional, argumentando que, si bien el reconocimiento “tuvo su valor”, “no es suficiente”, y abogando por que 2020 sea un año de “acción”.
“El año pasado, y lo agradecemos profundamente, hubo un reconocimiento a la lucha de los venezolanos (...). El reconocimiento tuvo valor y tuvo efecto (...), pero hoy no es suficiente. Debemos tomar acciones para poner fin al sufrimiento” de los venezolanos, ha dicho en el marco de un acto en el que el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, le ha entregado la Llave de la Ciudad.
Guaidó ha llamado la atención, ya en una rueda de prensa posterior junto a Martínez-Almeida, sobre el hecho de que en estos momentos "Venezuela en indicadores es mucho más similar a Siria", sumida en una guerra civil desde 2011, que a los países de América Latina y el Caribe, a pesar de que no sufre un conflicto armado.
“En Venezuela no hay una guerra, pero hubo bombas en contra de la institucionales, del respeto a los seres humanos. No oímos las bombas pero sentimos el dolor”, ha ilustrado.
Guaidó ha subrayado la urgencia de "poner fin a la tragedia", especialmente a la "emergencia humanitaria" en Venezuela, explicando que ha emprendido esta gira internacional, precisamente, para "visibilizar" la situación de la nación caribeña y recabar el apoyo de otros países.
En este sentido, ha lanzando un mensaje a la comunidad internacional indicando que, si “el año pasado fue un año de reconocimiento para los venezolanos, este debe ser un año de acción”. Guaidó ha enfatizado que “el coste de oportunidad” de mantener la situación actual “es muy grande”, por ello ha urgido a fraguar tanto dentro como fuera de Venezuela “una causa común a favor de la democracia”. “Debemos y podemos tomar acción en Venezuela (...) porque ahora hay una ventana de oportunidad muy grande”, ha arengado. “Si eliminamos la dictadura (...) solo queda un mejor mundo” tanto para el país como para la región, ha afirmado.
A este respecto, ha recordado el impacto que la crisis en Venezuela tiene en la región debido al “amparo” que el régimen de Nicolás Maduro estaría dando a grupos armados como las guerrillas del ELN o las disidencias de las FARC. Además, ha recordado a los más de cinco millones de venezolanos que han salido hacia los países vecinos en estos años.
MÁS “PRESIÓN” SOBRE MADURO
Para conseguir este objetivo, se ha mostrado “abierto” a todos los mecanismos que puedan facilitarlo, aunque ha apostillado que todos “tienen que partir de la presión” sobre el Gobierno de Maduro. Interrogado sobre una posible reanudación de las negociaciones entre ‘chavismo’ y oposición, Guaidó ha recordado que hasta ahora Maduro no ha mostrado una verdadera voluntad de diálogo, sino que ha usado las conversaciones para “ganar tiempo”.
Así, ha señalado como requisito previo que haya "elecciones libres", haciendo hincapié en que "solo en dictadura se le ponen apellidos a las elecciones": "Y en Venezuela hay siete apellidos".
Guadió ha mencionado como punto de partida de una eventual negociación el proceso de Oslo y Barbados, en el que se propuso crear un gobierno de transición en el que ni él ni Maduro estuvieran presentes para guiar a Venezuela hacia unas "elecciones libres".
También se ha referido a la propuesta de la ministra de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, Arancha González Laya, de celebrar en España una reunión del Grupo Internacional de Contacto para Venezuela, pero "no solo para verse o para hacerse una foto", sino para "discutir cómo puede España concretamente en el marco de la UE ayudar a resolver las diferencias entre venezolanos".
Guaidó ha destacado la labor tanto del Grupo Internacional de Contacto -formado por países europeos, incluida España, y latinoamericanos- como del Grupo de Lima --integrado exclusivamente por estados americanos- “para poder unificar el proceso de sanciones a criminales y corruptos” del Gobierno de Maduro.
En los últimos años, Estados Unidos, Canadá, Suiza y la UE han dictado sanciones contra Maduro y su entorno por violaciones de los Derechos Humanos, corrupción o narcotráfico, si bien Guaidó ha defendido la necesidad de “unificar” las medidas punitivas para aumentar la presión sobre la “dictadura”.
En cualquier caso, ha insistido en que no se pueden confundir "los mecanismos con los fines", reivindicando así su estrategia de mantener abiertos varios frentes de acción, desde la "protesta cívica" en las calles de Venezuela a las sanciones pasando por un posible diálogo.
GIRA INTERNACIONAL
Guaidó salió el domingo 19 de enero de Venezuela para emprender una gira internacional con la que busca recobrar el impulso que cogió hace un año al jurar “presidente encargado” de Venezuela con el objetivo declarado de derrocar a Maduro. Desde entonces, ha recalado en Colombia, Reino Unido, Bruselas, el Foro Económico Mundial de Davos, Francia y España.
En estos días, ha mantenido reuniones con el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo; el presidente de Colombia, Iván Duque; el primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson; la canciller alemana, Angela Merkel; el canciller austriaco, Sebastian Kurz; el presidente francés, Emmanuel Macron; el vicepresidente de la Comisión Europea, Margaritis Schinas; y el Alto Representante para Política Exterior de la UE, el ex ministro español Josep Borrell.
Ya en España, ha mantenido una reunión "muy productiva" con González Laya en Casa América, según sus propias palabras. La jefa de la diplomacia española le ha transmitido el "pleno respaldo del Gobierno de España a su figura" y su deseo de contribuir, "con todos los medios a su alcance, a generar las condiciones para la celebración de elecciones presidenciales con garantías democráticas", de acuerdo con un comunicado de su Ministerio.
Guaidó ha explicado en rueda de prensa que no ha podido verse con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, por problemas de agenda, al tiempo que ha indicado que espera reunirse con el presidente español en los próximos meses. "Lo que sí estoy seguro es que coincidimos en la necesidad de enfrentar a la dictadura venezolana", ha declarado.
Además, durante su estancia en la capital española ha recibido la Llave de la Ciudad de manos del alcalde y la vicealcaldesa, José Luis Martínez-Almeieda y Begoña Villacís, y la Medalla Internacional de la Comunidad de Madrid, que le han entregado la presidenta y el vicepresidente de la región, Isabel Díaz Ayuso e Ignacio Aguado.
También ha tenido la oportunidad de saludar al presidente del PP, Pablo Casado; al presidente de Vox, Santiago Abascal; y a la portavoz de Ciudadanos en el Congreso de los Diputados, Inés Arrimadas; entre otros políticos que han acudido a dichos actos, incluido el ex presidente José María Aznar.
Entre ambos eventos, Guaidó ha protagonizado un encuentro con la diáspora venezolana en la Puerta del Sol al que han acudido cientos de personas. El jefe del Parlamento venezolano ha instado a sus compatriotas dentro y fuera de Venezuela a "empujar todos en la misma dirección" para convertirse en "una fuerza incontenible" que derroque a Maduro.
Guaidó, que ha llegado el sábado por la mañana a Madrid se irá en horas de la noche rumbo a América. El “presidente encargado” ha anunciado que estará “pronto” en Venezuela, pero aún no hay fecha concreta para ello. La oposición venezolana ha convocado para el martes una marcha hacia la Asamblea Nacional para denunciar la ofensiva de Maduro contra el Parlamento y sus diputados.
Con información de Europa Press
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