La ONG Ciudadanía en Acción publicó su informe anual sobre materia alimentaria en Venezuela y reveló que el venezolano promedio casi no tuvo acceso a alimentos de origen animal. “Desaparecieron el huevo, la carne y los lácteos de la mesa del venezolano”, aseguró Edison Arciniega, director de la organización. El trabajo, se registra un déficit alimentario de 62,6% en todo el país.
En el estudio de la ONG se detectó que por las dificultades en el acceso a alimento, la dieta del venezolano sufrió un cambio drástico: el 67% de la dieta venezolana actual está integrada por cereales, raíces y tubérculos. “Hasta 2014 la dieta venezolana era una de las más balanceadas del continente, incluyendo a Estados Unidos y Canadá. No había predominio de ningún rubro”, explica el trabajo.
Arciniega explicó que, para satisfacer los requisitos alimentarios de cada venezolano a partir de los 36 kilos de peso, se requieren 1.700.000 toneladas métricas de alimento per cápita. Para diciembre, la disposición alimentaria cerró con 600.000 toneladas menos, es decir, sin el 40% del requerimiento nutricional.
Debido a la profunda crisis que atraviesa la nación petrolera y al aumento descontrolado de los precios, los venezolanos tuvieron que sustituir la carne, los huevos y los lácteos -cuya disposición es de 5,2%, 3,2% y 1,7% respectivamente en todo el territorio- por cereales, que representan el 49,9%, y tubérculos, que representan el 18% de la disposición nacional por cada 36,74 kg de peso per cápita.
“La disposición de alimentos en Venezuela es ahora un instrumento de control social del Estado. Cada vez que hay conflictividad política se incrementa el suministro de alimentos de los Clap, el instrumento de control social del régimen de Nicolás Maduro”, explicó el director de la ONG. El programa Clap, ligado a los Comités Locales de Abastecimiento y Producción, entrega alimentos importados a bajo coste cada 15 días a más de seis millones de personas, de acuerdo al régimen de Maduro. La Asamblea Nacional, controlada por la oposición, denunció en varias oportunidades que el Clap provocó millonarias pérdidas patrimoniales por sobrecostes y corrupción.
El año pasado, el Departamento del Tesoro estadounidense publicó un informe en el que aseguraba que “altos cargos” de Venezuela usaban el Clap para lavar activos que supuestamente habían obtenido a través de la corrupción.
Arciniega acotó que en diciembre, el programa Clap cubrió a 2.872.000 familias, lo que representa un déficit de 53,34% de los hogares venezolanos. Igualmente aclaró: “Por primera vez desde de mayo, el Clap llegó a más de 40% de todas las parroquias. Eso quiere decir que el régimen conserva las redes de movilización, aunque en otro momento del año no las utilizó”.
También resaltó que no distribuye los alimentos en función de la vulnerabilidad de la población: “Se privilegian los territorios más centrales, más densos y no necesariamente los que tienen más necesidades alimentarias”, siguió.
Otro punto del informe hace hincapié en que las cajas Clap vienen más vacías dado que deberían contener un peso de 19 kilogramos, según lo estipulado en una resolución del 16 de junio de 2016, pero “en diciembre apenas llegó a tener un peso de 10 kilos. Además, (faltaban) cuatro de los 12 rubros establecidos. En términos globales, las cajas tenían 9 kilos menos de lo que deberían. Más aún en las poblaciones más periféricas la caja solo pesó 8 kilogramos”, concluyó Arciniega.
Un artículo del periódico venezolano Correo del Coroní, que analiza la situación, acota que los combos proteicos contienen hasta ocho productos, tres de los cuales suelen ser de alto contenido proteico y cinco hortalizas frescas. Este combo llega al 51,32% de las familias en las parroquias centrales y al 9,02% de las familias en las parroquias periféricas.
Esto repercute directamente sobre las poblaciones más vulnerables, entre estas niños, adolescentes y ancianos. Estos últimos son grupos con riesgo de desnutrición por cambios fisiológicos, sociales, económicos y psicológicos relacionados con el envejecimiento, de acuerdo con la compañía farmacéutica Novartis, consultada por el medio citado.
Muchas familias venezolanas dependen de la ayuda para cubrir sus necesidades básicas en la nación sudamericana que sufre una prolongada hiperinflación.
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