La Conferencia Episcopal de Venezuela cargó en un comunicado contra el “régimen totalitario e inhumano” de Nicolás Maduro y emplazó a la comunidad internacional a presionar para que las próximas elecciones sean “libres y confiables”.
Sobre los violentos episodios del 5 de enero -cuando las fuerzas chavistas impidieron el ingreso al Parlamento de Juan Guaidó y un centenar de diputados para forzar la elección ilegítima de Luis Parra, un aliado de Maduro, como jefe de la Asamblea-, los obispos aseguraron que se trató de “un hecho bochornoso que, además de romper la serenidad del tiempo navideño, ha vuelto a sembrar en el ánimo de los venezolanos motivos para la desesperanza y un mayor sentido de indefensión”.
En el comunicado, agregan que “es lamentable que un grupo de parlamentarios de oposición se haya prestado para ello (...) Se trata de un duro golpe a la institucionalidad del Estado. Hoy todo se dirige al poder, a posesionarse, a cubrir espacios y no a generar procesos en bien de la sociedad”.
“Vivimos en un régimen totalitario e inhumano en el que se persigue la disidencia política con tortura, represión violenta y asesinatos, a esto se añade la presencia de grupos irregulares bajo la mirada complaciente de las autoridades civiles y militares, la explotación irracional de recursos mineros que destruye amplias extensiones del territorio venezolano, el narcotráfico y la trata de personas”, apunta la Iglesia venezolana.
En el texto, los obispos interpelaron directamente a los militares que atacaron a los diputados: “Preocupa enormemente que algunos miembros de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, rompiendo lo estipulado en las normas vigentes, hayan actuado con signos de violencia en contra de algunos diputados. Elevamos nuestra voz para decirles a todos sus miembros: ¡En el nombre de Dios pónganse del lado verdadero de la Constitución y del pueblo al que pertenecen y juraron defender!”
El comunicado completo de la Conferencia Episcopal de Venezuela:
Así, los obispos venezolanos denuncian la “falsedad y cinismo” de las autoridades y medios de comunicación afines que pretenden dar una imagen de “normalidad”. “Es inaceptable que un país con inmensas riquezas haya sido empobrecido por la imposición de un sistema ideológico que, lejos de promover el auténtico bienestar, ha vuelto la espalda a sus ciudadanos, por lo que hoy sufrimos el aumento de la desnutrición infantil, la destrucción del aparato productivo y el crecimiento de un especulación agobiante y la corrupción intolerable”, subrayan.
En particular critican que “para quienes hoy están al frente del gobierno, lo que cuenta no es el bien común sino el interés desmedido de riqueza y poder hegemónico, capaz de resquebrajar todo intento de vivir en auténtica democracia”.
Como solución, los obispos plantean “el surgimiento de un nuevo liderazgo político y social para guiar y acompañar a todos hacia un futuro de dignificación, en la justicia y en la libertad”.
Por todo ello, consideran que “el apoyo internacional debe orientarse a exigir al actual gobierno venezolano la realización de elecciones libres y confiables, además de una ayuda solidaria y humanitaria para solventar la situación de emergencia de la mayoría de los venezolanos”.
En cualquier caso, reconocen los esfuerzos realizados desde “diversas instancias internacionales” para atender la situación de Venezuela. “Seguimos apostando al diálogo sincero y las negociaciones que reúnan las condiciones de respeto a los derechos fundamentales del pueblo venezolano: libertad, dignidad, justicia y democracia”, indica la Conferencia Episcopal.
Venezuela se encuentra sumida en una profunda crisis económica, social y política de la que el Gobierno responsabiliza a las sanciones de Estados Unidos, mientras que la oposición, liderada por Juan Guaidó, reprocha a Maduro una gestión desastrosa. Institucionalmente, la oposición considera ilegítimo el último y vigente mandato presidencial de Maduro y ha proclamado a Guaidó presidente “encargado”.
(Con información de Europa Press)
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