Más allá del conflicto político que llevó a un puñado de diputados de la oposición, encabezados por Luis Parra y respaldado por la fracción oficialista del chavismo en la Asamblea Nacional, a enfrentarse con la de Juan Guaidó y la gran mayoría de diputados opositores, por el control del Parlamento, lo que más impacto causó fue la injerencia de la Guardia Nacional Bolivariana.
Los miembros de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) colocaron varios anillos de seguridad alrededor del Palacio Federal, sede de la Asamblea Nacional, obstaculizando el paso de los parlamentarios de oposición y de la prensa de los medios de comunicación no oficialistas.
En una evidente muestra de parcialidad, los funcionarios militares abrían paso, e incluso escoltaban, a los diputados del partido de Gobierno y a los de la llamada “fracción Alex Saab”, así como a los medios de propaganda de Nicolás Maduro.
La historia fue otra con los diputados opositores. En una actuación inédita en las funciones del Destacamento de la Guardia Nacional asignado al Palacio Federal Legislativo, los guardias nacionales tenían una lista de los parlamentarios a quienes les estaba permitido acceder a la sesión de instalación de la Junta Directiva del año 2020.
El principal problema se presentó cuando Guaidó se acercó al Palacio Federal junto con un diputado que estaría inhabilitado y la Guardia Nacional le dijo que él podía entrar pero no su acompañante. El presidente de la AN se niega a aceptar la situación; más tarde se presenta el incidente donde se ve a Guaidó tratando de saltar la reja.
Es decir, los militares asumieron la función de controlar el acceso, censurar a los parlamentarios según la orden que habían recibido no se sabe de quién, obviando lo que establece el Reglamento del Palacio Federal, de manera que incluso usurparon las funciones del presidente de la Asamblea Nacional, que es el competente para tomar “las medidas necesarias para asegurar el orden público en los espacios exteriores de la sede de la institución, pudiendo recurrir a los órganos de seguridad y defensa existentes”.
El reglamento también establece que “la custodia en el interior de la sede estará a cargo de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana bajo la dirección de la Presidencia de la Asamblea Nacional. La presencia de la FANB en los espacios de Sesión de la AN, de las comisiones, subcomisiones u otros órganos y dependencias de la misma, solo podrá admitirse en casos especiales previa solicitud del Presidente o Junta Directiva de la Asamblea Nacional”. Aun así el comandante del D432 teniente coronel Leonardo Cesar Malaguera Hernández se convirtió en un censor todopoderoso que decidía quien podía ingresar o no a las instalaciones parlamentarias.
Inaudito resulta que el oficial se venía asumiendo como dueño y mayordomo del Palacio Federal, porque incluso se apropió de las llaves del hemiciclo, del salón de sesiones, y de las oficinas de la Asamblea, como denunció el personal legislativo.
El oficial no solo usurpó funciones y violentó el Reglamento, sino que irrespetó a los parlamentarios, muchos de los cuales fueron insultados y golpeados por los guardias nacionales.
Más aún, el comandante Malaguera Hernández asumió la potestad de reconocer al diputado Parra como presidente del Parlamento, escoltarlo y abrirle la oficina de la presidencia.
Otra vez, no
En la Fuerza Armada no cayó nada bien la actuación de los funcionarios de la Guardia, el día domingo, en la Asamblea. El comentario generalizado es que se excedieron en sus funciones, que demostraron una descarada parcialización entre los sectores políticos enfrentados.
El día de ayer martes, fecha de la primera sesión ordinaria del año, los parlamentarios opositores, encabezados por Guaidó Márquez, llegaron juntos al Palacio Federal y nuevamente se encontraron con los anillos de seguridad militar. Esta vez se enfrentaron a los uniformados.
En la puerta lo esperaba el jefe del comando de Zona 43, general (GNB) Lockyby Velmonte Nayade y el comandante del D432 teniente coronel (GNB) Leonardo Cesar Malaguera Hernández. Guiadó los enfrenta. “Esta es la casa de la Constitución”. El general le dijo: “Usted puede ingresar”, negándose a que lo hiciera el secretario de la cámara. “Todos tenemos que ingresar. Usted no decide”, le responde el presidente de la AN, que no cede.
Cuando Malaguera, quien esta vez estaba con lentes y casco, le dice que no van a pasar, Guaidó levanta la voz, a centímetros del rostro del oficial: “Tú no decides quien ingresa, tú no decides quien ingresa, tú no decides quien ingresa”. Parecía que ninguno de los oficiales esperaba ser increpado de tal manera.
Finalmente Guaidó Márquez se impuso a los militares e ingresó al Palacio con el resto de los parlamentarios.
Militares retirados se pronuncian
Para el Frente Institucional Militar (FIM), que es una agrupación con 106 generales de división, de brigada, además de vicealmirantes y contralmirantes, así como 167 del resto de grados militares, todos en situación de retiro de la Fuerza Armada, considera que “en la historia de nuestro país quedará marcado el día 5 de enero de 2020, como el de la vergüenza nacional, el día que la ignominia, la traición, el barro uniformado y la basura se unieron en un solo ser para atentar contra la única instancia pública con legitimidad y ascendencia ante la gran mayoría de un pueblo sojuzgado, hambreado y carente de libertad y democracia”.
Así lo dejaron expresado en un documento, que encabeza su presidente Vicealmirante Rafael Huizi Clavier, vicepresidente GB (Ej) Teodoro Díaz Zavala, Secretario de Organización Coronel (Ej.) Rubén D. Bustillos Rávago; y los representantes por componente: GB (GN) Simón Figuera Pérez, Capitán de Navío Pedro Betancourt, Coronel (Av) Ángel Rodríguez Campos. Y el GD (Av) Manuel Andara Clavier, ex Presidente del FIM.
“Nosotros, oficiales y tropas en situación de retiro de las cuatro fuerzas integrantes según nuestra Constitución Nacional en su artículo 328, en este momento también vapuleada, de la hoy desaparecida Fuerza Armada Nacional, levantamos nuestra más enérgica voz de protesta contra las írritas actuaciones de elementos indignos, ávidos de poder y de riqueza mal habida, que ese día protagonizaron una de las más oscuras tropelías contra nuestra Carta Magna y el Poder Legislativo sucedidas en toda la larga vida republicana del país”.
Continúan diciendo que “no podremos olvidar la triste y sucia participación en esa asonada, de los miembros de cuerpos militares que, azuzados por una cadena de mando entregada a la corrupción y al servilismo, sirvió de fuerza de choque y represión contra los legítimos representantes del pueblo que los eligió”.
Consideraron que esa actuación “sirvió para remarcar la entrega de quienes son responsables del comando a los usurpadores del poder, su beneplácito a los invasores cubanos que ocupan cargos en las más estratégicas posiciones del poder nacional, su silencio ante el permanente irrespeto a la soberanía nacional y su complicidad en las actividades de destrucción de la economía, la sociedad, el ambiente y la institución militar que prescribe nuestra carta magna”.
Dicen los oficiales, que pertenecieron a la otrora Fuerza Armada Nacional, dirigiéndose a Juan Gerardo Guaidó Márquez “señor Presidente de la Asamblea Nacional y Presidente Encargado de la República, es ésta la mejor oportunidad para decretar el cese de relaciones diplomáticas con Cuba, la designación de un Canciller y un alto mando militar que cumpla los artículos 328 al 330 de la Constitución Nacional”.
Piden “la nulidad absoluta de todos los tratados comerciales y económicos que, de acuerdo a nuestras leyes, deben ser aprobados por la Asamblea Nacional y que no lo hayan sido y la declaración de ‘personas no gratas’ a todos los cubanos y rusos enviados por sus gobiernos y a los miembros de organizaciones terroristas del Medio Oriente destacados en el país exigiendo a todos ellos la salida inmediata del territorio nacional”.
Considera el Frente Institucional Militar que “es propicia la ocasión para solicitar a toda la sociedad venezolana agrupada en diversas organizaciones sociales, laborales, sindicales, culturales, deportivas que coadyuven con su apoyo a la legítima Asamblea Nacional en la recuperación de la democracia y libertad que todo el pueblo requiere”.
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