El presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó, se refirió este martes a la decisión del gobierno argentino de retirarle las cartas credenciales a su embajadora en el país, Elisa Trotta Gamus: “No era nada que no esperáramos”, expresó al respecto en el marco de una conferencia de prensa.
Y agregó: “Sabemos de la postura ‘neutral’ del país. También vimos la postura del canciller Felipe Solá con respecto a la toma ilegal por parte de la dictadura. Así que nada que no esperáramos en este momento. Seguimos haciendo votos para que Argentina respalde la democracia, la libertad y búsqueda de una solución a la catástrofe que padecemos los venezolanos”.
Al retirarle las cartas credenciales a Trotta Gamus, Argentina se sumó al grupo de países de América Latina, compuesto también por Cuba, Nicaragua y México, que reconocen a Maduro como el presidente legítimo de Venezuela y no aceptan a los embajadores de Guaidó. De ahora en más, la administración de Alberto Fernández solo reconocerá al actual encargado de negocios del chavismo, Juan Valero Núñez.
El régimen castrista, ahora bajo el liderazgo de Miguel Díaz-Canel, es el principal sostén del chavismo en la región, mientras que el comandado por Daniel Ortega es el único país centroamericano en continuar con su apoyo a la dictadura. El gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), en tanto, ha justificado su decisión de reconocer a Maduro invocando la doctrina Estrada, una histórica postura del estado mexicano que establece la no injerencia en asuntos internos de otros países.
Los otros tres Estados que no cuentan con representantes de Guaidó en sus territorios son El Salvador, Bolivia y Uruguay. No obstante, los tres han anticipado su intención de cambiar esa situación. El giro de los primeros dos responde a cambios de gobierno: el jefe de Estado salvadoreño Nayib Bukele, de hecho, expulsó a principios de noviembre de 2019 al cuerpo diplomático de Nicolás Maduro que había avalado su predecesor, Salvador Sánchez Cerén. La presidente interina Jeanine Áñez tomó la misma decisión dos semanas después y, a fines de diciembre, confirmó su ingreso al Grupo de Lima, órgano multilateral abocado a encontrar una salida a la crisis venezolana y critico de la dictadura.
Uruguay, por su parte, no cuenta actualmente con representación del gobierno encargado. Pero el presidente electo Luis Lacalle Pou ha manifestado su intención de cambiar la actual postura diplomática del país con respecto a la situación venezolana y su voluntad de trabajar con Guaidó. Y en la misma conferencia, Guaidó anunció que los nombramientos para los tres países tendrán lugar “en los próximos días”.
Luego de conocerse la noticia, Trotta Gamus se expresó mediante un comunicado: "Respetamos las decisiones soberanas de Argentina. Estamos abiertos a todo tipo de conversaciones y diálogos que puedan surgir con el Gobierno argentino con el objetivo de contribuir a la recuperación de la democracia en Venezuela y de atender a las familias venezolanas que residen en este país”.
“Nuestra lucha por la defensa de los derechos humanos de millones de venezolanos que tanto sufrimiento están padeciendo en manos de la dictadura de Maduro continúa con la misma fuerza y la misma convicción. El propio presidente Alberto Fernández ha dicho que la violación de derechos humanos no tiene ideologías. Y esperamos que la Argentina siga denunciando esas violaciones reflejadas en el informe de la Alta Comisionada de la ONU, Michelle Bachelet", declaró la embajadora nombrada por Guaidó como su representante en la Argentina a fines de enero de 2019.
Y concluyó: "Seguiremos exigiendo el cese de la usurpación por parte del dictador Nicolás Maduro, el establecimiento de un gobierno de transición y un pronto llamado a elecciones democráticas presidenciales”.
La decisión del gobierno argentino de dejar de pertenecer a este grupo llega dos días después de que el ministerio de Relaciones Exteriores -a cargo de Felipe Solá- emitiera un comunicado crítico del atropello del régimen de Maduro a la Asamblea Nacional. "Impedir por la fuerza el funcionamiento de la Asamblea Legislativa es condenarse al aislamiento internacional”, planteó la cancillería argentina.
Guaidó había destacado el lunes las palabras del gobierno argentino. "Habla claramente del atropello al marco legislativo. Puede haber o no diferencias ideológicas con el presidente Fernández, pero claramente está señalando el atropello al Parlamento venezolano”, puntualizó. También se había pronunciado al respecto el presidente de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) chavista, Diosdado Cabello, quien las criticó con dureza: : “Argentina dijo una guaidiotez. “Nosotros no necesitamos de Argentina ni de su canciller. Ellos verán de qué lado se acomodan, si de los pueblos o de los arrastrados”, dijo.
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