Las fuerzas chavistas impidieron el acceso a la Asamblea Nacional (AN) de decenas de diputados opositores, habilitaron la entrada rápida de los legisladores del régimen e impusieron a un aliado de Maduro en la presidencia del Congreso, para desplazar a Juan Guaidó. La oposición y el mundo denunciaron la maniobra como un nuevo golpe a la democracia.
Así, de manera sorpresiva, y sin fiscalizar la lista de presentes en el hemiciclo, Luis Parra -antiguo miembro del partido Primero Justicia (PJ) y actual aliado del régimen- juró como titular de la junta directiva y cerró la sesión rápidamente.
Guaidó, con el traje destruido luego de forcejear con agentes de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) que impidieron por horas su ingreso al Parlamento, pidió el respaldo de los venezolanos y de la comunidad internacional desde la calle: “Hoy, en lo que ha sido el desmantelamiento del estado de derecho, el asesinato de la república. Hoy vimos cómo toman violenta y físicamente el palacio federal legislativo, por miedo a lo que era evidente”.
“Sin votos ni quórum reglamentario, diputados del PSUV y la fracción corrupta CLAP juramenta falsa directiva”, denunció la gestión de Guaidó en un comunicado. La oposición asegura que Parra está vinculado a una trama de corrupción relacionada con los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP) instaurados por el Gobierno de Maduro para distribuir alimentos.
“Alertamos al mundo que la dictadura sin quórum juramenta a una junta directiva ilegal e insconstitucional”, denunció Julio Borges, canciller del presidente interino. El también coordinador de Primero Justicia, el partido del líder opositor Henrique Capriles y al que pertenecía Parra, señaló: “Ellos (Parra) no representan al pueblo venezolano, es una maniobra para tratar de imponer a un grupo de cómplices de Maduro y su régimen en la Asamblea Nacional”.
Desde temprano, las fuerzas chavistas bloquearon los accesos del edificio en una jornada clave para Venezuela. La práctica, usual durante las ornadas en que funciona el plenario, esta vez fue usada para impedir la reelección de Guaidó como jefe Parlamentario.
Una vez que que se concretó la maniobra, se multiplicaron las condenas en América Latina y el mundo. Colombia, Brasil, Chile, Ecuador, Paraguay, Bolivia, Costa Rica y el gobierno electo de Uruguay rechazaron la “fraudulenta” maniobra a través de la cual el régimen desplazó a Guaidó de la presidencia de la Asamblea Nacional. También hubo pronunciamientos de la secretaria general de la OEA, del Grupo de Lima, de Human Rights Watch, y de los gobiernos de los Estados Unidos, España y Portugal.
Para el Gobierno de Trump, uno de los mayores críticos del régimen de Maduro, la votación fue una “farsa" y reafirmó su respaldo a Guaidó, al que seguirá considerando “presidente interino” de Venezuela. ”Las acciones desesperadas del antiguo régimen de Maduro, impidiendo ilegalmente por la fuerza la entrada al edificio de Juan Guaidó y de la mayoría de los diputados de la Asamblea Nacional, ha hecho que el ‘voto’ de esta mañana, que carece de quórum y no cumple con los estándares constitucionales mínimos, sea una farsa", consideró el encargado de Latinoamérica en el Departamento de Estado de EEUU, Michael Kozak.
El dictador chavista, reconoció rápidamente a Parra y atacó a Guaidó. Sin nombrar la violencia con la que la policía impidió el ingreso del opositor al Parlamento, Maduro aseguró que “no quiso dar la cara”. “No las tienes puestas porque si uno tiene que enfrentar una situación da la cara pero no quiso dar la cara”, afirmó el líder chavista en la inauguración de un estadio de béisbol en la ciudad de La Guaira, cercana a Caracas.
Quién es Luis Parra
El pasado mes de diciembre Luis Parra, por entonces diputado por el partido opositor Primero Justicia, junto a otros seis parlamentarios, fue señalado de haber estado involucrado en una trama de corrupción en el marco del programa de las cajas alimentarias CLAP.
Además de él, José Gregorio Noriega, José Brito, Adolfo Superlano y Conrado Pérez (principales), Leandro Domínguez y Jesús Gabriel Peña (suplentes), fueron acusados tras un informe del portal Armando.Info.
De acuerdo a las acusaciones, los parlamentarios utilizaron su rol en la Comisión de Contraloría para favorecer a Alex Saab, el colombiano señalado por EEUU como testaferro de Nicolás Maduro, y su red empresarial detrás del programa CLAP, que distribuye comida subsidiada en Venezuela.
Tras conocerse esta información, la Asamblea Nacional denunció que el propio Parra y los otros seis diputados fueron comprados por el régimen chavista para formar parte de la “Operación Alacrán”, el operativo para sumar voluntades e impedir la reelección de Guaidó este domingo.
Sesión fuera de la Asamblea Nacional
Tras el golpe de Maduro, los diputados venezolanos sesionaron fuera del Parlamento y reeligieron a Guaidó como su presidente. Además de ratificar al presidente interino, nombraron como vicepresidentes del cuerpo a Juan Pablo Guanipa y a Carlos Eduardo Berrizbeitia.
El presidente interino fue ratificado con 100 votos, 16 más de los 84 necesarios.
“Juro ante Dios y ante el pueblo de Venezuela hacer cumplir esta Constitución y los deberes inherentes al cargo de presidente del Parlamento y presidente encargado de Venezuela, para hacer valer los derechos de nuestros hermanos venezolanos”, dijo entre aplausos y con voz firme Guaidó.
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