Tras el asalto a una unidad militar perpetrado el pasado domingo por la madrugada en el estado Bolívar, el Ejército venezolano comenzó una persecución para dar con el paradero de los uniformados sublevados que lograron escapar.
El teniente José Rodríguez Araya fue uno de los líderes del alzamiento en el municipio Gran Sabana. En las últimas horas difundió un audio en las redes sociales en el que denunció que el Ejército violó el territorio brasileño.
“Anoche por la población Mato Grosso en Brasil, nos encontrábamos los compañeros de la operación Wey pa’ka. Estábamos siendo perseguidos por el Ejército venezolano, el cual incursionó en territorio brasileño con armas largas, visores nocturnos”, relató el militar sublevado.
Rodríguez Araya detalló que los miembros del Ejército permanecieron en suelo brasileño durante casi cuatro horas, entre las 11.30pm hasta las 3am. “Estabamos siendo asediados con armas de francotiradores”, denunció.
Tras el asalto del domingo, el dictador Nicolás Maduro acusó a Colombia, Perú y Brasil de estar detrás de lo sucedido. El lunes, el mandatario chavista sostuvo que algunos de los responsables del asalto se encuentran escondidos en Perú y Brasil. En esa línea, pidió a ambos gobiernos el arresto y la deportación de los asaltantes.
Maduro subrayó que algunos se encuentran en Brasil, por lo que exhortó al presidente Jair Bolsonaro a capturar a los implicados, deportarlos, y que devuelvan las armas robadas.
Estos países, no obstante, rechazaron las acusaciones del régimen chavista y negaron cualquier vínculo con el ataque a la unidad militar del estado Bolívar.
En el asalto a la instalación fronteriza fueron hurtados 120 fusiles y seis lanzagranadas RPG de manufactura rusa. Maduro informó que recuperaron cinco RPG y 111 fusiles, y señaló que los asaltantes aún tienen un lanzagranadas y nueve fusiles.
Hasta el momento las autoridades dijeron que fueron capturados 11 individuos, entre ellos un sargento desertor de la Guardia Nacional. Algunos medios locales han reportado que en el asalto participaron unos 12 hombres, incluidos un oficial desertor y varios reservistas de la etnia pemón que habita en esa zona.
“Robaron 120 fusiles de alta potencia y 9 lanzacohetes RPG para derribar un avión colombiano, y luego decir que se habían utilizado lanzacohetes de la Fuerza Armada venezolana, ese era el falso positivo que sirviera de causa de guerra para que Estados Unidos pudiera intervenir militarmente contra Venezuela”, señaló el ministro de Comunicación chavista, Jorge Rodríguez.
El funcionario chavista responsabilizó además a los gobiernos de Colombia, Perú y Brasil: “Estos criminales fueron entrenados en campamentos paramilitares plenamente identificados en Colombia, y recibieron la colaboración artera del Gobierno de Jair Bolsonaro”. Asimismo, indicó que los asaltantes recibieron “logística” en Perú.
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