Desde hace cuatro años los maestros venezolanos han venido abandonando las aulas de clases. La emergencia humanitaria y la crisis económica los ha llevado a buscar otros empleos o a emigrar.
La Unidad Democrática del Sector Educativo (UDSE), una organización que agrupa a maestros y profesores de todo el país, indicó que en Venezuela quedan 263.769 en las escuelas públicas. En 2019 eran 527.538, según datos de la última memoria y cuenta publicada por el Ministerio de Educación.
Raquel Figueroa, coordinadora de la UDSE, estima que 50% de los profesionales en educación integral, especial, matemáticas, física, química, biología e inglés, ya no están en las aulas de clases.
Solo en el municipio Libertador, el más extenso del área metropolitana de Caracas, apenas cuenta con 14.926 maestros de los 28.332 que se contaban en 2015.
La crisis económica y la emergencia humanitaria los sacó del salón de clases. Los maestros en Venezuela apenas pueden adquirir 5% de la canasta básica de alimentos. El docente de mayor rango percibe un poco menos de 10 dólares al mes. Mientras que el de menor escalafón no llega a los 5 dólares.
En medio de la crisis, las posibilidades de los maestros de adquirir bienes y servicios son bajas. La inflación acumulada de enero a noviembre se ubicó en 5.515,6 %, mientras que la interanual en 13.475,8 %, de acuerdo con datos de la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional.
“Hay una desvalorización del ejercicio profesional de la docencia. El Gobierno eliminó la dignificación de la carrera”, sostuvo Figueroa.
Nicolás Maduro adeuda al Ministerio de Educación 220% de aumento salarial para los maestros. Desde septiembre, cuando se inició el año escolar 2019-2020, los profesores han protestado frente a la sede del ministerio para reclamar el pago de la deuda. También han paralizado las actividades escolares en tres oportunidades y no descartan una huelga general.
Solo en Fe y Alegría, una institución conformada por más de 170 escuelas públicas ubicadas en las zonas populares de Venezuela y que son dependientes del gobierno Maduro, tienen 1.765 vacantes. Son los padres y representantes quienes están ocupando esos puestos para que sus hijos puedan recibir educación.
Pero no solo los maestros renuncian. Este año 46% de los estudiantes fueron excluidos del sistema escolar, pues no tienen posibilidad de llegar a la escuela por falta de uniformes, materiales, alimentación y servicios.
Según la Encuesta de Condiciones de Vida de 2018, en Venezuela 28 % de los escolares no asistieron a clases por falta de agua, 22 % por carencias de alimentos en el hogar y 13 % por esta misma razón en la escuela. Ese año la Asamblea Nacional aprobó por unanimidad la declaratoria de emergencia en el sector educativo.
Ante esta situación en el 2020 no se vislumbra mejoría, muchos maestros ya han manifestado que no continuarán en ejercicio de su profesión. Se dedicarán a otras áreas de la economía o esperan emigrar. Desde 2015 más de 4,7 millones de venezolanos han salido del país huyendo de la crisis que se vive en Venezuela.
“Si hoy hablamos de catástrofe educativa, en el año 2020, si no hay medidas por parte del Estado, no tendremos maestros especialistas”, aseguró Figueroa.
MÁS SOBRE ESTE TEMA: