Representantes de la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, visitaron este miércoles la cárcel militar de Ramo Verde, a las afueras de Caracas, conocida por albergar presos políticos, entre los que estuvieron Leopoldo López o Antonio Ledezma.
“Representantes de la Alta Comisionada de Derechos Humanos ante la ONU se encuentran realizando una visita a la cárcel militar de Ramo Verde este 11 de diciembre”, informó en su cuenta de Twitter la ONG Acción por la Libertad.
Los diputados Franklyn Duarte y Renzo Prieto confirmaron la visita, indicando que el objetivo es constatar “las precarias condiciones y las torturas a las que han sido sometidos los presos políticos en dicha cárcel militar”.
Bachelet visitó Venezuela el pasado mes de junio. Durante su estadía en Caracas mantuvo una reunión con el dictador Nicolás Maduro y con el presidente interino Juan Guaidó. Tras su visita, elaboró un lapidario informe sobre la situación de los derechos humanos en el país, dejando aún más al descubierto las atrocidades que viene cometiendo en los últimos años el régimen chavista.
En su informe de 18 páginas, la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU acusó a la dictadura de Maduro de reducir el espacio democrático e incumplir su obligación de garantizar la comida y atención médica. Advirtió, además, que “si la situación no mejora, continuará el éxodo sin precedentes de emigrantes y refugiados que abandonan el país”, que supera ya los cuatro millones de personas.
El documento denuncia, además, que en el último decenio, especialmente desde 2016, el régimen de Maduro y sus instituciones han puesto en marcha una estrategia “orientada a neutralizar, reprimir y criminalizar a la oposición política y a quienes critican al Gobierno”.
Bachelet también reveló que se registraron “ejecuciones extrajudiciales" contra la población civil por parte de las fuerzas de seguridad: “Miles de personas, principalmente hombres jóvenes, han sido matadas en supuestos enfrentamientos con fuerzas estatales en los últimos años”. Al respecto, pidió al régimen disolver a las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES), uno de los brazos armados de la dictadura encargado de la persecución y represión contra la oposición.
Sin embargo, en la actualización de su informe presentada el pasado mes de septiembre, Bachelet lamentó que ninguna de esas recomendaciones fueran escuchadas por el chavismo. La ex mandataria chilena sostuvo que su organismo “ha seguido documentando casos de posibles ejecuciones extrajudiciales cometidas por miembros de las FAES en algunas zonas del país”. “Estos casos documentados revelan el mismo patrón identificado en mi informe de julio y demuestran la falta de mecanismos de protección efectiva para los testigos y familiares de las víctimas”.
Bachelet remarcó que las FAES, lejos de ser disueltas, continuaron recibiendo “apoyo al más alto nivel del Gobierno”.
La Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU acordó con Maduro, durante su visita a Venezuela, dejar algunos representantes de su oficina en el país para continuar las pesquisas, que el Palacio de Miraflores calificó de sesgadas.
Con información de Europa Press
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