“Juan Guaidó personifica la lucha del pueblo venezolano y la esperanza de restaurar la democracia, y lo apoyamos plenamente como líder de esa lucha”, escribió Mike Pompeo y agregó: “Hacemos un llamado a todas las naciones para que lo apoyen a él y a la Asamblea Nacional en sus esfuerzos por restaurar pacíficamente la democracia para el pueblo venezolano”.
El mensaje en Twitter del secretario de Estado es una reafirmación explícita del apoyo de la Administración Trump a Guaidó cuando desde fuera -y también dentro del Gobierno Republicano- se empezaba a escuchar que había otras opciones para lograr la democracia en Venezuela.
Ayer, de hecho, Michael Kozak, el encargado de Latinoamérica en el Departamento de Estado dijo que respaldaría una "transición" en Venezuela con los chavistas en un Gobierno interino y sin Juan Guaidó como líder, en el eventual caso de que no resultara reelegido en enero como presidente de la Asamblea Nacional (AN, Parlamento).
"Nuestro apoyo ha sido a las elecciones democráticas de Venezuela, no a Juan Guaidó como persona, sino como presidente electo de la Asamblea Nacional y, por tanto, por la Constitución, como presidente interino", explicó en una rueda de prensa,
Guaidó juró como presidente interino el pasado 23 de enero al considerar ilegítima la reelección en 2018 del mandatario venezolano, Nicolás Maduro. Y para hacerlo, invocó la Constitución de Venezuela, que establece que el presidente del Legislativo asume el mando cuando el Ejecutivo está vacante.
En teoría, el mandato de Guaidó como presidente de la Asamblea Nacional, de mayoría opositora, expiraría el próximo 5 de enero debido a un pacto de gobernabilidad por el que le correspondería a las formaciones con menor representación proponer al próximo presidente legislativo.
Un grupo de partidos opositores con representación minoritaria en el Parlamento venezolano ya ha anunciado que respaldará a Guaidó, pero el líder opositor aún así tiene que superar la votación.
Por otro lado, en la rueda de prensa, Kozak reiteró que EEUU no concibe una transición con el actual presidente, Nicolás Maduro, aún en el poder; pero fue más explícito de lo usual al aprobar la entrada de los chavistas en un eventual Gobierno de transición que lleve a la convocatoria de elecciones.
"Un Gobierno de transición obviamente implica que debe ser aceptado ampliamente para ese propósito de traer elecciones libres y justas", subrayó Kozak.
"En esa idea -añadió- hemos sido claros desde el principio, hemos visto al movimiento chavista y al PSUV (Partido Socialista Unido de Venezuela) como representante de una proporción significativa de la población y teniendo un papel en la política de Venezuela en el futuro, eso está fuera de cuestión".
EEUU fue el primer país que reconoció en enero a Guaidó como presidente interino de Venezuela y, desde entonces, emprendió una campaña destinada a desplazar a Maduro mediante la imposición de sanciones contra empresas y funcionarios, incluido el hijo del presidente, Nicolás “Nicolasito” Ernesto Maduro Guerra.
MÁS SOBRE ESTE TEMA: