Para que el asesinato de un joven defensor de derechos humanos, hijo de un luchador social, no se olvide 10 años después, las organizaciones Provea y Redes Ayuda presentan este sábado 7 el proyecto “Música x Medicinas”, que consiste en llevar dos cajas de fármacos vigentes y a cambio recibirá discos o libros. En Venezuela tiene especial significado ante la grave crisis que hay de medicamentos. Para dar inicio a la semana Internacional de los Derechos Humanos, será presentado el libro “Que el silencio no los alcance”, donde se cuenta la historia de Mijail Martínez, cuyo asesinato aún sigue impune.
Víctor Martínez ayudó a que la revolución bolivariana llegara al poder porque soñó en grandes beneficios para las masas más pobres de Venezuela. Heinz Dieterich lo describió como “un revolucionario obrero y popular, quién pasó por la cárcel y la tortura por su lucha en el movimiento bolivariano, insurgiendo para liberar a Hugo Chávez de su prisión el 27 de noviembre de 1992; visitándolo en la cárcel de Yare acompañado por Mijail que para la fecha contaba con siete años de edad”. Martínez descubrió muy pronto que el proyecto al que le apostó “degeneró en una narco-dictadura o estado forajido, que explota saquea y destruye inmisericorde las riquezas de nuestro país”, dice en exclusiva para Infobae.
Siendo entonces diputado del Consejo Legislativo del estado Lara, hizo fuertes denuncias contra el gobierno regional que presidía uno de los líderes de la intentona golpista del 27 de Noviembre (27N) el comandante (Av) Luis Reyes Reyes, específicamente contra el entonces coronel (GNB) Jesús Armando Rodríguez Figuera, a quien señaló de liderar escuadrones de la muerte. Con su verbo duro, Víctor Martínez se convirtió en una constante en los medios de comunicación.
Llegó el 26 de noviembre del 2009. Fue muy temprano en la mañana, a las 7:21. Mijail, hijo y compañero inseparable de Víctor, se disponía a llevar a su mamá al trabajo. Un sicario se le acercó, le preguntó por su papá y, sin esperar respuesta, le disparó. Allí mismo, en la entrada de la puerta de la casa, en la carrera 9, sector Ezequiel Zamora, en Barquisimeto, estado Lara, quedó el cuerpo sin vida del joven de 23 años.
Con un dolor estremecedor, pero también con un profundo sentimiento de rencor, Víctor le dijo públicamente al entonces presidente de la República: “Chávez yo te ayudé cuando estabas solo en la cárcel y nadie daba medio por ti, eres el responsable de la muerte de mi hijo y de muchos delitos que se cometen, porque en vez de ser el primer garante de la constitución eres el primer violador y debido a esto pagamos todos los venezolanos con la inseguridad que hay en el país”.
Mijail no solo era su hijo, era activista del Comité de Víctimas contra la Impunidad del estado Lara (COVICIL). Además, como productor audiovisual, registraba la lucha y el dolor de las víctimas y familiares de la lucha contra la impunidad en la región centro-occidental.
No cesa la lucha
“Hoy lamentablemente somos unos parias, víctimas subyugadas y manipuladas por este régimen, con sus socios la camarilla de los Castro, rusos, chinos, iraníes, FARC, ELN, Hezbollah, paramilitares, colectivos y toda clase de carteles de delincuentes terroristas y asesinos”.
Habla de Mijail, “mi hijo bello martirizado” y de todas las victimas “que hoy conforman nuestra Venezuela, por la que resistimos y luchamos a pesar de las traiciones, derrotas, obstáculos y complicidades, que se han confabulado para burlar y eliminar nuestros derechos de la libertad justicia y no a la impunidad”.
Cataloga el juicio sobre el sicariato de Mijail “un batallar contra un andamiaje de corruptelas, complicidades, por parte del CICPC, fiscales, medios, periodistas, abogados, jueces, que desde el inicio de la investigación pretendieron transformar el sicariato por resistencia al robo, para ocultar a los autores materiales y fundamentalmente los intelectuales”.
Menciona como asesinos materiales a “Jan Carlos Pérez Carlos Zavarce y otros que no están presos, menos aún los autores intelectuales Reyes Reyes, Rodríguez Figuera y los comisarios del CICP Carlos Rodríguez y Francisco Núñez ya hoy jubilados, las jueces Amelia Jiménez y Leila de Jesús Ziccarelli de Figarelli y fiscales complacientes”.
Martínez relata que “todas las acciones dirigidas a la Asamblea Nacional, Ministerio Público, Defensoría del Pueblo fueron inútiles, nunca respondieron las denuncias y exigencias que como víctima hicimos”.
Tres atentados
Víctor ha sufrido tres atentados. Uno de ellos fue en 2012. Otro el 23 de enero del 2013 cuando a las 4 de la tarde iba llegando a su casa y lo sorprende un individuo. Lo apunta con una pistola y lo obliga a entrar a la casa junto a su hija. “Reaccioné bruscamente y lancé al delincuente contra la jardinera, a la vez que salí corriendo a ocultarme en una casa en el barrio”.
En 2014, una noche en el momento en que metía la camioneta al estacionamiento, “se me acercaron dos individuos con pistola en mano. Empecé a gritar desesperadamente. El tipo me apuntó, desde la parte del pasajero, pero cuando disparó se le encasquilló el arma y me permitió emprender la huida”.
“Todo eso lo denuncié en la Fiscalía con pruebas que obtuve a través de Inteligencia Social de fotos, nombres, apodos y bandas a la que pertenecían. Esos dos casos reposan en la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos, a través de Cofavic y la doctora Liliana Ortega, conseguí medidas de protección hasta hace 3 años”.
Víctor enfrenta, desde hace dos años, cáncer en el recto bajo. Todo el año 2018 estuvo en tratamiento con quimio y radioterapias. “A finales de año fui operado en el Seguro Social y quedé con colostomía permanente. Aún tengo por hacer varias sesiones de quimio. Además, soy paciente renal en grado 3”.
Aunque ha logrado la identificación de los asesinos materiales, a quienes ha logrado llevar a la justicia, aunque a veces han sido protegidos por altos funcionarios, Víctor Martínez no cesa en la lucha que adelanta, desde hace 10 años, exigiendo justicia para su hijo asesinado.
El bautizo del libro y el evento musical será el sábado 7 de diciembre, a las 2 de la tarde, en el auditorio del Colegio de Médicos de Barquisimeto. La entrada es libre. Recibirá libro o disco a cambio de medicamentos que serán entregados a la ONG barquisimetana Mapani, para su distribución gratuita.
MÁS SOBRE ESTOS TEMAS: