Filas largas aunque no desesperadas. Buenos descuentos y una forma comercial de intentar sobrevivir ante la falta de ventas y una hiperinflación que no da tregua. Así se está viviendo este particular Black Friday en Caracas, la capital venezolana en tiempos de Nicolás Maduro. En un país cuya economía ha estado en caída libre durante 21 meses consecutivos y su moneda nacional ha sido pulverizada por la hiperinflación, hay espacios para la reinvención. Es la primera vez que en esta nación caribeña se celebra este tipo de negocio, el cual se apalancó en redes sociales.
Las promociones tendrán lugar tanto en Caracas como el resto de las principales ciudades venezolanas. Los más osados abrirán sus puertas hasta las 12 de la noche, algo inédito en el país. Infobae recorrió el Centro Comercial Sambil, en la capital nacional y vio filas aunque no gran entusiasmo. Tiendas de ropa, zapatos, electrodomésticos, computadoras y agencias de viajes son algunos de los rubros que intentarán cautivar eventuales consumidores.
Sin embargo, más de uno es escéptico acerca de la posibilidad que las ofertas logren generar algún incentivo: “Vente para San Fernando de Apure (sur occidente) para ver si tienes ventas. Este será un verdadero viernes negro pero por lo precaria de la situación del comercio. Estamos sin luz, agua y puntos de venta para recibir pagos.”, describió a Infobae Pedro Molina, un comerciante de visita en Caracas en búsqueda de mercancía para su zapatería.
“En mi ciudad estamos a la merced del peso colombiano, aun cuando estamos a cuatro horas de distancia de la frontera. Nadie quiere bolívares en ningún sitio; acá en la capital lo que circula es el dólar. Vine al Black Friday para medio surtir mi tienda, no me explico de dónde sacan tantas ofertas”, dice.
El analista financiero Henkel García fue igual de gráfico: “La economía venezolana pasó de lo sublime a lo ridículo. El país pasó de la mayor bonanza petrolera de su historia durante el gobierno de (Hugo) Chávez a no tener recursos. Esto último debido a la destrucción de su industria petrolera y el efecto de las sanciones de los Estados Unidos. Venezuela no está produciendo dólares”.
En otros centros comerciales de Caracas hay ofertas pero no gente. Un comerciante consultado por Infobae asegura que “los que supieron hacer mercadeo en redes sociales son los triunfadores de esta jornada, nosotros nos sumamos a las ofertas hace un par de días”.
En el Centro Comercial
“Apuesto a que este viernes negro funcione”, dice William Zabala, quien gerencia una tienda de ropa para caballeros al este de Caracas. "Hicimos reuniones con varios colegas y pensamos que era lo correcto ofrecer rebajas y descuentos cobrados en bolívares y en dólares. No vamos a ofrecer mercancía de las últimas temporadas. Serán una o dos de atraso y con eso abaratamos precios. Al venezolano le gusta vestirse bien aunque esté en crisis económica”, explicó a este medio.
En otro local están Jaime y Carlos, estudiantes universitarios. Aseguran que este primer Black Friday es una buena oportunidad: “Para el que vende está bien recibir algunos dólares extra y para nosotros está perfecto porque compramos ropa buena sin necesidad de salir del país o de encargarla mediante tiendas virtuales en los Estados Unidos”, dice Jaime quien se graduará de ingeniero mecánico en marzo de 2020.
Caja de conversión
Para Aurelio Concheso, dirigente del sector empresarial venezolano, “en la actualidad, en la economía nacional hay una ensalada de circulación de divisas extranjeras: dólares, euros y pesos colombianos. Es una respuesta natural del mercado informal que rechaza al bolívar como medio de pago y se va por lo seguro. Este proceso que vive Venezuela es muy parecido al de Perú y Argentina en las décadas de los 80 y 90 en donde nadie apostaba por las monedas nacionales y todo el mundo se refugiaba en el dólar”, graficó.
A su vez, Concheso indicó a Infobae que “además de la dolarización formal de la economía, es imperativo que no se intervenga en el mercado cambiario, el cual debe trabajar libremente”.
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