El jueves pasado, una lancha con droga cayó en las playas de Adícora, una población ubicada en la costa noreste de la península de Paraguaná, específicamente en el municipio Falcón del estado que lleva el mismo nombre. Al parecer, el cargamento era de 800 panelas y, aunque nadie lo sabe con certeza, habrían recuperado 150. En lo que va de año, es la cuarta lancha que cae en el municipio. Lo que sucede en la zona se ha convertido en el lugar ideal para el narcotráfico, ya que se encuentra a 24 kilómetros de la isla de Aruba.
Las personas de la lancha no aparecen. Igual fue lo que sucedió en febrero cuando cayó una lancha en Tiraya. Nadie las vio. Ninguno de los cuerpos de seguridad tiene información de quienes son. “Bueno, nunca las ven. En la mañana cuando los pescadores fueron se encontraron con eso y luego empezaron a llegar cuerpos de seguridad traídos de Caracas”, nos comenta una de las personas del pueblo que, como todos con quienes hablamos, ruegan que no digamos sus nombres. “Si saben, estamos muertos”.
A esa parte del estado Falcón se le reconoce en cualquier mapa por la enorme cabeza con un largo cuello que forma la Península de Paraguaná. El estrecho istmo tiene poco más de 30 kilómetros de largo, cubierto de dunas y arenas desde el Parque Médanos de Coro.
“Sale droga en grandes cantidades”, relata una de las personas del pueblo, aun cuando los cuerpos de seguridad tienen tomadas varias comunidades. “El pueblo se está organizando, ya que varios pescadores están presos y han sido maltratados”. Explica que “una de las lanchas que llevaba droga, se volteó y los paquetes empezaron a salir hacia la orilla, es decir a la playa”.
Adícora siempre fue una zona turística, une a varias playas. Casi siempre sus habitantes vivieron mayoritariamente de la pesca. “Hay pescadores y pobladores que viven de recoger los paquetes de droga en la playa, porque les pagan 500 dólares por paquete”, dice una fuente a Infobae.
Hay coincidencia entre los habitantes que “la droga siempre pasa por la zona, porque es la ruta hacia el Cabo San Román; a cinco minutos de ahí está Aruba y a 15 Curacao. El recorrido de Adícora a Aruba es 30 de minutos aproximadamente”, nos dice uno de los pescadores.
Les pregunto quiénes en el pueblo cargan las lanchas con las drogas. “No, aquí no las cargan. Las lanchas vienen de otras zonas, pero pasan por aquí, ya que es la conexión que existe con aguas internacionales”.
Los sitios más calientes por la llegada de los cargamentos de droga, además de Adícora, son Tiraya y El Supí, entre otros. La explicación que dan para que las lanchas se volteen es “porque suponemos que pierden el control. Aunque hay quienes dicen que eso sucede cuando están pasando un cargamento más grande”.
Reclama la comunidad
Un funcionario de la Fuerza Armada revela que “aquí todos saben lo que está pasando, pero en el caso de quienes integramos la tropa, debemos hacernos los locos”. Una mujer se queja porque “el Gobierno lo que quiere es que sea el ciudadano común el que pague cárcel, mientras los que traían la lancha no aparecen. Ya hay 40 presos de varias comunidades”.
La población se está organizando porque aseguran haber sido brutalmente maltratados. “Están acusando a la gente del pueblo de que agarraron panelas de drogas y hasta se las han sembrado”.
“La verdad es que la lancha explotó en mar abierto. El agua la sacó hasta la orilla del mar. Obviamente iba con destino a Aruba o Curacao”, relata uno de los pobladores, quien dice que los pescadores fueron los primeros en ver los paquetes. “Enseguida llegó Fuerza de Acciones Especiales (FAES), Guardia Nacional y PoliFalcón”.
Dice que desde ese momento empezó el acoso contra los pescadores para saber si alguien había agarrado droga. “Allanaron casa de pobladores y aún lo siguen haciendo. Sin ninguna orden han partido puertas, arrestan y golpean a las personas violándole sus derechos humanos”.
“Supe que entre los detenidos está Willians Vargas, porque dicen que él agarró dos paquetes. Ese hombre va todas las mañanas a comprar pescado a la orilla de la playa para luego venderlo. Ahora dicen que agarró dos panelas”.
“Y también se llevaron al pescador Martín Colina porque dicen que le encontraron droga en su lancha. Nosotros pedimos como pueblo de Adícora que cese el acoso a los habitantes, no solo se meten a las casas, se llevan a gente presa, nos revisan los teléfonos”.
“En Tiraya tiene casa la ministra Iris Varela, quien con los presos ha transformado esa playa, construyen un boulevard. Es la costa para la salida hacia Aruba y Curacao”.
Rumba para el poder
Adícora ha pasado de ser un pueblito ignorado a ser el centro de reuniones sociales y días de playa y diversión de altos funcionarios del Gobierno Nacional. “Aquí vivió mucho tiempo María Gabriela Chávez, la hija predilecta de Hugo Chávez, quien hacía vida de pareja con Ricardito Leiba, millonario y hippie. Se adueñaron de una cuadra, llamada Las Cabañas”, nos confiesa una fuente.
En una de las playas de la zona, Tiraya, tiene casa Iris Varela. “Los hijos del presidente de un organismo vienen a hacer deporte en una zona llamada Playa Azul; sabemos cuando vienen porque cierran el lugar y no dejan que funcionen ni las escuelas”.
“Cuando vienen los del Gobierno cierran la posada Ícaros para ellos solos. Ahí todo es en dólares”.
“Uno de los hijos de un reconocido cantante hizo un evento en diciembre del año pasado. Y preguntaba a los asistentes: ¿Dónde están los que consumen drogas? Ese día vendieron droga como caramelos. Y la Gobernación les puso el transporte gratis”.
Una pista para Adícora
Lo que demuestra que algo oscuro está ocurriendo en la zona de Adícora, Tiraya y poblaciones cercanas es la construcción de una pista de aterrizaje de 910 metros de largo por 17 de ancho. El 11 de septiembre, el gobernador Víctor Clark dijo que “los trabajos de rehabilitación de la pista de aterrizaje ubicada en la población de Adícora, en el municipio Falcón, están adelantados en un 70 por ciento”, agregando que se comprometió a que en los próximos días “se active una pista totalmente nueva y mejorada para contribuir al turismo nacional e internacional en Paraguaná”.
En junio pasado Clark, junto a la ministra de Obras Marleny Contreras y la alcaldesa del municipio Falcón, Vileyvis García, inspeccionó los avances en la refacción de la pista. Lo inaudito es que el aeropuerto de Coro, la capital del estado no presta servicio comercial y perdió su categoría de internacional. Solo salen vuelos privados, debido a la desinversión en todas sus áreas. Es una ciudad deprimida con gravísimos problemas por la escasez crítica del agua y los constantes cortes de electricidad.
La ciudad más importante de Falcón, sin duda es Punto Fijo, capital del municipio Carirubana por estar ahí el Centro Refinador Paraguaná y lo que alguna vez fue una gran actividad comercial. No tiene agua y la electricidad llega algunas veces. El aeropuerto internacional Josefa Camejo de esa zona ha disminuido drásticamente sus vuelos comerciales, quedando solo los que van a Caracas y a Aruba.
“Esa pista de aterrizaje en Adícora la recuperaron dizque para el turismo y cobrar impuestos. Allí lo que llegan son las avionetas de Generales de la Fuerza Armada y de árabes”, revela uno de sus habitantes.
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