“Está claro que Cuba y Venezuela hicieron mucho para exacerbar los problemas del último mes en muchos países sudamericanos. Es obvio. Hay evidencias, como la expulsión de ciudadanas venezolanos de Colombia”, sostuvo este miércoles Elliott Abrams en una conferencia de prensa desde el Departamento de Estado. “Estamos siguiendo muy de cerca lo que hacen los cubanos y los venezolanos en Sudamérica”.
El representante especial de Estados Unidos para Venezuela se refirió de esta manera a las protestas que se registraron en las últimas semanas en Colombia, Chile, Bolivia y Ecuador, muchas de las cuales terminaron en graves incidentes y enfrentamientos con la Policía.
El lunes se conoció que el gobierno colombiano expulsó del país a 60 ciudadanos venezolanos, bajo acusaciones de participar en actos vandálicos durante las movilizaciones. Los sujetos “se encontraron realizando actividades que afectarían el orden público y la seguridad ciudadana durante las manifestaciones”.
No fue la primera vez que un país expulsa a venezolanos en el marco de las protestas que se desarrollan en la región. A inicios de octubre, el gobierno de Ecuador anunció que detuvo a 17 extranjeros, “la mayoría de ellos venezolanos”, con información sobre los desplazamientos del presidente Lenín Moreno.
Este mes, en Bolivia, las autoridades arrestaron a nueve venezolanos acusados de participar en “actos de sedición”, que intentaban abandonar el país por una comunidad de la frontera noreste colindante con Brasil. A su vez, en Chile, el gobierno de Sebastián Piñera expulsó a 50 extranjeros, entre ellos nueve venezolanos.
Elliott Abrams se mostró optimista con lo que puedan resolver los 19 países del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR), que se reunirán el próximo martes en Bogotá. “La semana que viene se reunirán los países del Tratado de Río en Bogotá. Esperemos que se puedan coordinar medidas como el retiro de visas a funcionarios del régimen de Nicolás Maduro. Son nuevos pasos en la lucha por el regreso de la democracia en Venezuela”, afirmó.
El presidente interino Juan Guaidó anunció este martes que los países miembros analizarán la influencia del chavismo en las recientes manifestaciones en la región. “Se han visto células, pequeñas, infiltradas en las protestas a nivel latinoamericano financiadas por Maduro. Células entrenadas para la desestabilización”.
Abrams ratificó la política estadounidense hacia Venezuela. “No hay cambios. Lo que viene es una continuación de esta política, que es la correcta. La presión económica y diplomática”, afirmó. "No tenemos un plan B. Tenemos un plan A que va a funcionar. Ya somos casi 60 países apoyando una restauración de la democracia”.
El funcionario del Departamento de Estado defendió también las sanciones aplicadas por Estados Unidos contra el régimen de Maduro. En particular, negó que fueran responsables del colapso económico de Venezuela y del hambre que padece gran parte de la población.
“El severo deterioro económico empezó mucho antes de las sanciones, que no apuntan contra la comida ni contra los medicamentos. El régimen puede comprar todos los alimentos y las medicinas que necesita, y de hecho está comprando en Estados Unidos. El problema es que no compra lo suficiente. Hay recursos disponibles, pero los roba o los usa para pagarle a Rusia y a China, y utiliza la comida para controlar a la población. No puede haber una solución mientras el régimen de Maduro siga en el poder”, sostuvo Abrams.
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