La Policía española sigue buscando al ex general venezolano Hugo Armando “El Pollo” Carvajal para detenerlo, seis días después de que la Justicia de ese país autorizara su extradición a Estados Unidos por delitos de narcotráfico. Una de las hipótesis que maneja la fuerza es que contaba con información por adelantado sobre la decisión de extraditarlo a los Estados Unidos. Además, se cree que huyó de España con pasaporte falso dado que su documentación original está en poder de la Justicia española.
Según informaron medios españoles, la situación de paradero desconocido de Carvajal causó un importante malestar en distintas áreas de la seguridad del Estado y de Inteligencia, que se sorprendieron al ver cómo el ex jefe de espionaje de Venezuela pudo escapar con facilidad del control judicial y policial de España. Es por ese motivo que no descartan que haya contado con información de antemano sobre la postura que iba a tomar la Audiencia Nacional y que, por ello, haya tenido el tiempo suficiente para planear y concretar su huida.
Fuentes de la investigación confirmaron que la Audiencia Nacional española ordenó el viernes 8 el arresto de Carvajal, que fue jefe de la contrainteligencia con el presidente fallecido de Venezuela Hugo Chávez y el actual, Nicolás Maduro. Sin embargo, los agentes no lo encontraron cuando fueron al domicilio en Madrid que el ex militar había comunicado a las autoridades españolas tras quedar en libertad el pasado mes de septiembre.
Carvajal, de 59 años, fue detenido en España el pasado 12 de abril en virtud de una orden de arresto de Estados Unidos, que lo reclamaba por haber querido “inundar” ese país con toneladas de cocaína, que introducía supuestamente con ayuda en ocasiones de la cúpula de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Y todo ello, según la justicia de Estados Unidos, dentro de una “estrategia dirigida desde la Presidencia de la República” de Venezuela.
El pasado septiembre la AN había denegado la entrega y lo puso en libertad al considerar que Estados Unidos la pedía “por una motivación política”, dada su condición de antiguo jefe de la contrainteligencia venezolana, y reprochó a las autoridades norteamericanas que no había concretado los cargos que le imputaba. Sin embargo, la Fiscalía recurrió esta primera decisión y el tribunal decidió finalmente el viernes pasado aceptar la extradición.
Carvajal había alegado ante la Justicia española que la petición de Estados Unidos carecía de fundamento y respondía a motivaciones políticas puesto que, según dijo en su momento su abogada, lo único que pretendía ese país era sacarle información sobre el gobierno de Chávez. “Yo en la justicia de Estados Unidos no confío (...) No voy a tener derecho a la defensa de ningún tipo y a promover pruebas tampoco”, enfatizó ante el tribunal español.
Además, explicó que quienes podían testificar en su favor en un potencial proceso judicial “están o sancionados o con la visa retirada en Venezuela, presos en México o muertos, como es el caso del presidente Chávez, que era quien me daba a mí las órdenes directas”.
Deserción
El militar, que estuvo a cargo de la Dirección de Contrainteligencia Militar (DGCIM) durante más de siete años bajo la Administración de Chávez y de Maduro, comenzó a mostrar indicios de desacuerdos con el Ejecutivo en 2017, en medio de las protestas antigubernamentales de entonces que dejaron unos 120 muertos.
Para ese año, en una entrevista con la agencia de noticias EFE, en la que declaró que morirá como chavista, señaló la necesidad de que existiera un acuerdo entre el oficialismo y la oposición, pues a su juicio el país se encontraba a “las puertas de una guerra civil”.
Aseguró que la situación de Venezuela era “el resultado de una economía en crisis”, aunque no responsabilizó directamente al Gobierno, que en ese momento, había llamado a la elección de una Asamblea Nacional Constituyente (ANC) a fin de solucionar los problemas del país.
Carvajal consideraba que este foro no resolvería la problemática de Venezuela.
Apoyo a Juan Guaidó
El ex legislador terminó de darle la espalda al Gobierno en febrero de este año cuando reconoció al jefe del Parlamento, Juan Guaidó, como presidente encargado de Venezuela, luego de que el opositor se proclamara como tal en enero al considerar un “usurpador” a Maduro.
En un pronunciamiento, pidió a Maduro asumir su responsabilidad ante la crisis del país como, según él, lo hizo Chávez el 11 de abril de 2002 cuando ocurrió el golpe de Estado contra él y se registraron al menos 20 muertos.
El militar instó así a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) a rebelarse contra Maduro tras considerarlo un “usurpador” de la Presidencia por haber ganado unas elecciones tachadas de “fraudulentas”.
Carvajal también reprochó la actuación de los cuerpos de seguridad del Estado porque, señaló, cometen “atropellos, vejación, tortura y terror y todo por cumplir al margen de la ley y con total impunidad con la estrategia represiva de este Gobierno”.
Después de esta declaración del militar, Guaidó también pidió a la Fuerza Armada -que aún se sigue declarando leal a Maduro-, seguir los pasos de Carvajal.
Por su parte, el líder oficialista, Diosdado Cabello, considerado el número dos del chavismo, indicó que le causaba “dolor” la “traición” del militar. Cabello, quien además es el presidente de la ANC y primer vicepresidente del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), señaló incluso que Carvajal iba a terminar repudiado.
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