El subsecretario para Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado norteamericano, Michael Kozak, aseguró este jueves que el Ejército de Cuba facilita “atrocidades” en Venezuela y defendió las sanciones que la Casa Blanca impone sobre el régimen castrista. Además, se refirió a la situación de explotación a la que son sometidos los médicos que La Habana exporta al resto de los países.
“El Ejército de Cuba controla 50% de economía y mayoría del turismo. Mismo ejército facilita atrocidades en Venezuela hoy. Sanciones de EEUU impiden que el régimen se beneficie personalmente de este modelo económico retorcido. La raíz del problema: el régimen Castro es corrupto”, señaló Kozak en un mensaje publicado en su cuenta de Twitter.
Kozak, quien reemplazó a Kimberly Breier en esa dependencia, expresó que Cuba siempre tuvo un patrocinador y que ahora éste era Caracas. A cambio del petróleo que le sigue transfiriendo, el régimen cubano responde con servicios de “inteligencia y represión” para mantener sometido a su pueblo. “El régimen de Castro construyó su economía irremediablemente dependiente de patrocinadores (primeros los soviéticos, ahora Maduro) y paga petróleo robado de Venezuela con tácticas de inteligencia y represión. Sanciones impiden que dólares estadounidenses apoyen a dictadura castrista #Cubazuela”, continuó.
En tal sentido, Kozak estimó que el régimen de Castro explota a los profesionales médicos cubanos para “llenar sus bolsillos”, alquilando a su mejor y más brillante personal médico fuera de Cuba, mientras deja a los cubanos con un servicio deficiente y farmacias vacías. “Castro explota a los profesionales médicos cubanos para llenar sus bolsillos, arrendando a sus 50.000 mejores y más brillantes médicos fuera Cuba, dejando a los cubanos con un servicio deficiente y farmacias vacías”, señaló.
Kozak es un diplomático con amplia experiencia y es considerado un duro por sus políticas. Posee un amplio conocimiento sobre América Latina y tuvo un papel protagónico en la crisis con Manuel Noriega en Panamá: se encargó de negociar la salida del dictador y fue quien dio el ultimátum antes de que los Estados Unidos decidieran intervenir militarmente.
En 1991 sugirió entrar a Chile, país que ya estaba en democracia, para detener al general Manuel Contreras, el jefe de espionaje de la dictadura de Augusto Pinochet que ordenó asesinar a Orlando Letelier, el embajador chileno en Estados Unidos que murió en un atentado con coche bomba en 1976 en Washington.
Entre 1996 y 1999, Kozak fue jefe de Misión en La Habana, Cuba, y entre 2000 y 2003 fue embajador norteamericano en Minsk, Bielorrusia. La noticia generó revuelo en redes sociales entre los activistas por la recuperación de la democracia en Venezuela.
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