El dictador venezolano Nicolás Maduro prometió fondos para terminar la construcción de dos buques de PDVSA en un astillero estatal argentino. El proyecto había sido anunciado años atrás, pero nunca se terminó de concretar. Ahora, el caribeño aseguró que está decidido a darle impulso a su idea de recuperar la disminuida flota petrolera.
Maduro, que se ha mantenido en el poder a pesar del colapso económico y de las denuncias de corrupción y violaciones de los derechos humanos, no ofreció detalles ni de la cantidad de dinero, ni de la fecha estimada de entrega de los fondos.
El pronunciamiento sugiere que con la victoria presidencial de Alberto Fernández, Maduro esperaría una mejoría de las relaciones entre ambos países. El dictador venezolano acusó al actual presidente argentino, Mauricio Macri, un abierto crítico de su régimen, de “sabotear” la finalización de los buques.
“Macri, que nos odia y nos tiene miedo a la vez, paró todo. Lo saboteó”, dijo Maduro en una discurso en un encuentro de izquierda en Cuba.
El líder caribeño se refirió además al triunfo de Axel Kicillof, quien asumirá el 10 de diciembre como gobernador de la provincia de Buenos Aires, la más grande e importante de la Argentina. “Hay un nuevo gobernador en esa provincia. Hay un nuevo presidente. Yo les digo a ustedes: Venezuela tiene los recursos y está lista para invertir y terminar estos dos buques”, aseguró.
Maduro dijo que recibió información actual de los dos barcos tras una reunión con líderes sindicales del astillero Río Santiago en un restaurante el fin de semana en La Habana, en medio de un encuentro “anti-imperialista”.
Portavoces de Macri y Fernández no respondieron de inmediato a las solicitudes de comentarios. María Eugenia Vidal, una cercana aliada del actual mandatario argentino y gobernadora saliente de Buenos Aires, que controla el astillero, ha dicho que preferiría gastar dinero en escuelas en vez de subsidiar la empresa.
Fernández asumirá la presidencia el próximo mes.
La entrega de los barcos se retrasó mucho antes que Macri asumiera el poder a finales de 2015. Los fallecidos Hugo Chávez y Néstor Kirchner, firmaron por primera vez un acuerdo para construir los petroleros en 2005.
Uno de los tanqueros, Eva Perón, un Aframax mediano, se anunció oficialmente en 2012, pero ninguno se ha entregado debido a demoras en la construcción y falta de fondos.
PDVSA, golpeada por el derrumbe de su producción y por las sanciones estadounidenses para lograr la salida del cargo de Maduro, está urgida de nuevos tanqueros, después de perder buena parte de su flota por retrasos en los pagos.
Muchas compañías navieras ya no están llegando a los puertos del país o transportando petróleo venezolano debido a sanciones, según fuentes marítimas, reduciendo la disponibilidad de buques tanques para las exportaciones y aumentando los inventarios de crudo, lo que ha forzado a PDVSA a reducir aún más la producción.
La semana pasada, Maduro felicitó a Fernández por el triunfo electoral con un mensaje en redes sociales donde resaltó “al heroico pueblo argentino” por haber derrotado “al neoliberalismo del FMI”. El presidente respondió por la misma vía: “América Latina debe trabajar unida para superar la pobreza y desigualdad que padece; la plena vigencia de la democracia es el camino para lograrlo”.
(Con información de Reuters)
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