Con el triunfo de Alberto Fernández en las elecciones presidenciales en Argentina, se reactiva la idea de relanzar el eje Buenos Aires- Caracas, una alianza política y económica que vivió momentos de esplendor durante los 12 años de gestión de Néstor y Cristina Kirchner, amigos incondicionales de la revolución bolivariana.
Luego de relaciones diplomáticas casi inexistentes entre los gobiernos de Mauricio Macri y Nicolás Maduro, y el apoyo de Buenos Aires al mandatario interino y presidente de la Asamblea Nacional (AN), Juan Guaidó, el escenario cambia radicalmente.
Para el presidente de la Cámara de Comercio e Industria Argentina-Venezuela, Benjamín Tripier, “es lógico que haya cambios en las relaciones pero estimo que el estrecho lazo como en la época Chavez-Kirchner no se replicará, son otros momentos en la región. Seguramente Argentina no seguirá impulsando las iniciativas del Grupo de Lima, de abierta oposición a Maduro. Habrá otro tipo de política en donde la postura podría ser la del gobierno de México, que no toma partido en favor de Guaidó”.
En entrevista con Infobae, Tripier señaló que “por encima de todo está la relación de hermandad entre dos pueblos, el argentino y el venezolano, que se quieren y se conocen cada vez más. Al venezolano en Argentina se lo usa como referencia de lo que es trabajar y ganarse la vida bien, con responsabilidad y honestidad”.
Desde el punto de vista económico, la alianza no será tan robusta “porque el gobierno de Maduro está sancionado por los Estados Unidos y ninguna empresa privada argentina querrá trabajar con Caracas, como sí se hizo mucho en la era de los Kirchner, en donde hubo todo tipo de negocios”, añadió Tripier.
“Recordemos que fueron empresas privadas argentinas las que hacían exportaciones a Venezuela, a su gobierno, y sabemos que hubo casos de corrupción; de hecho en Argentina hay detenidos por actos ilícitos ejecutados en esta etapa”, agregó.
No obstante esta realidad, el gremialista señaló que Venezuela necesita importar alimentos y Argentina necesita exportar para generar divisas, “pese a las restricciones, pueden habilitarse vías para que las empresas privadas puedan hacer algún tipo de trato comercial. En esta nueva etapa el empresario responsable y honesto puede ser pieza clave para impulsar estos procesos”.
Grupo de Puebla
Para Milos Alcalay, ex embajador de Venezuela en Brasil durante el primer gobierno de Hugo Chávez, “Alberto Fernández llega al poder de la mano de Cristina Kirchner pero querrá hacer su propio gobierno con su impronta personal. Ciertamente, es difícil prever lo que hará Fernández pero creo que esa solidaridad automática a las iniciativas del Foro de San Pablo a la Unasur y la alternativa Bolivariana para las Américas -Alba-, entidades ideadas por Chávez, no se dará”, informó a este medio digital.
Añade que “el Alba demostró ser un fracaso y Argentina transita por una grave crisis económica y el foco del nuevo gobierno no será financiar o apoyar abiertamente a estos foros. Esa nación tiene muchos problemas. Pienso que Fernández no se va a quemar en la defensa irrestricta de un gobierno como el de Maduro aun cuando sí habrá apoyo al régimen de Caracas desde el punto de vista retórico y de iniciativas diplomáticas como la de salir del Grupo de Lima. Tampoco habrá reconocimiento a Juan Guaidó como presidente interino”.
-¿Qué pasará con Elisa Trotta, la embajadora de Juan Guaidó? ¿Será expulsada? El presidente Macri expulsó a los diplomáticos de Maduro días antes de las elecciones…
- La señora Trotta podrá seguir trabajando por los venezolanos en Argentina, de hecho lo venía haciendo antes de que fuese designada embajadora por el presidente Guaidó. Seguramente su labor será de muy bajo perfil pero no abandonará la lucha por los cientos de miles de venezolanos que han emigrado al sur, huyendo de la crisis económica y de la falta de libertades que hay en nuestro país. El gobierno de Fernández no la reconocerá como embajadora pero no la podrá expulsar, ella tiene las dos nacionalidades, argentina y venezolana. Y en caso de que no fuese argentina, sería un despropósito su expulsión.
Alcalay aseguró que Argentina tendrá un embajador formal, designado con todo el protocolo del caso. En la actualidad, solo hay un encargado de negocios trabajando en Caracas, debido a las malas relaciones entre los gobiernos de Mauricio Macri y Nicolás Maduro.
Por su parte, el politólogo Pedro Urruchurtu considera que Alberto Fernández será un presidente que impulse al Grupo de Puebla, como alternativa al Grupo de Lima.
“El Grupo de Puebla está conformado por figuras del mundo de la izquierda internacional como José Luis Rodríguez Zapatero, Rafael Correa, Tabaré Vázquez, Lula Da Silva, Fernando Lugo, Leonel Fernández, políticos cercanos al presidente de México López Obrador, entre otros. Alberto Fernández es el primer presidente electo que pertenece a este grupo, lo cual le da protagonismo en este foro de líderes de izquierda que se dicen progresistas”.
Dijo a Infobae que esta es la oportunidad de Fernández de promoverse como un moderado, no se sabe qué puede pasar en los próximos meses no solo en materia de política internacional de la nueva gestión de Argentina sino la nacional. Habrá que ver si el verdadero poder estará en manos de Alberto o de Cristina y La Cámpora, si habrá un gobierno democrático que respete a las instituciones o si por el contrario se promoverán cambios en la Constitución para garantizar la reelección indefinida en Argentina o si se respetará a la oposición y a la prensa independiente. Son muchas las interrogantes gravitan en este momento”, finalizó Urruchurtu.
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