Comenzó este lunes en Bruselas la conferencia internacional de solidaridad con los refugiados y migrantes venezolanos organizada por la Unión Europa para llamar la atención sobre esa crisis, reafirmar su apoyo político y pedir más ayuda.
El éxodo de los venezolanos que buscan escapar de la miseria y la persecución del régimen de Nicolas Máduro va en aumento. En los últimos 4 meses escaparon 600 mil personas.
La conferencia, que durará dos días y está impulsada además por la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), no pretende ser un evento de donantes sino un llamado de atención a la comunidad internacional sobre la situación en la que se encuentran los migrantes venezolanos y los países que los acogen.
“Esto no es específicamente una conferencia de donantes, aunque países y organizaciones puedan anunciar contribuciones específicas. Pero no es para recaudar dinero, es para aumentar la concienciación sobre esta crisis”, indicaron fuentes comunitarias, que apuntaron que la celebración de una conferencia de donantes propiamente dicha para los venezolanos tendrá lugar el próximo año.
En esta ocasión, se trata de “enviar una señal a los venezolanos, pero también a los países y comunidades de acogida, de que no están solos”, indicaron.
Los organizadores han dejado claro que es una conferencia “sobre migración, sobre la región”, y que “por eso no han sido invitadas autoridades venezolanas”, ni del Gobierno ni de la oposición.
El gobierno de Estados Unidos envió al encuentro a la subsecretaria interina de la Oficina de Población, Refugiados y Migración, Carol Thompson O’Connell, quien recordó que su país decidió el mes pasada sumar USD 119 millones en asistencia humanitaria adicional para los migrantes y refugiados venezolanos.
“Es una conferencia centrada en los países que están acogiendo a todos estos venezolanos. La discusión política la continuaremos pero en otro contexto”, recalcaron.
Cerca del 80 % de los aproximadamente 4,5 millones de venezolanos que han salido de su país ha permanecido en América Latina o el Caribe.
“Aún hay mucho por hacer por apoyar a estos países y a las comunidades de acogida, en especial a Colombia, Perú y Ecuador”, dijeron fuentes de la UE, que es el principal donante para paliar esta crisis, con 170 millones de euros comprometidos por el momento.
Para la UE, se trata de una crisis “no solo de proporciones regionales sino también globales”, en la que es necesario “que los países mantengan una política de fronteras y brazos abiertos” a la que debe contribuir también la comunidad internacional.
La UE ha alertado de que “no hay suficiente personal ni presupuesto” en los países de acogida para atender a todas las personas que están dejando Venezuela.
“Cada vez hay más señales de xenofobia, porque hay grupos de gente en los países de acogida reticentes sobre cómo sus propios gobiernos están dando tanta atención a gente que viene de un país vecino y no tanta a la población local. Por supuesto, esto no es verdad”, comentaron fuentes europeas.
Según dijeron, esto es "producto de tensiones políticas dentro de los países, en los que grupos de la oposición intentan sacar ventaja de la situación".
“Pero algo es cierto. Nuestro mandato, que es estrictamente humanitario de la OIM y ACNUR, tiene que prestar atención a la evolución política en Venezuela y en el conjunto de la región”, apuntaron.
Más allá de un primer enfoque humanitario inmediato, la UE avisa de que es igualmente urgente trabajar en la integración económica y social de los refugiados en las comunidades de acogida.
(Con información de EFE)
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