Rusia mantiene conversaciones con la oposición encabezada por Juan Guaidó en Venezuela al tiempo que sigue siendo uno de los principales apoyos del régimen de Nicolás Maduro, quien precisamente este miércoles visitó Moscú y se reunió con Vladimir Putin, según ha desvelado el enviado especial de Estados Unidos para Venezuela, Elliott Abrams.
En una entrevista concedida al diario Miami Herald, Abrams ha destacado que al tiempo que Rusia mantiene cerca de 120 militares en Venezuela y está sacando provecho del petróleo del país, también está teniendo contactos con miembros de la Asamblea Nacional, controlada por la oposición y que lidera Guaidó, presidente autoproclamado de Venezuela.
“El juego ruso es un juego muy interesante”, ha resaltado Abrams, que ha explicado que “se están reuniendo con la gente de Guaidó” en un intento de “cubrir todas sus apuestas”. Según el diplomático estadounidense, ha habido ya varios encuentros y “habrá más reuniones”.
“Sabemos que se han planeado más reuniones que han sido aceptadas por los rusos. Están tratando de mantener, podría decirse, una puerta abierta a la oposición porque saben que pueden llegar al poder” y que el régimen de Maduro es “inestable”, ha añadido.
Según Abrams, los primeros contactos tuvieron lugar en abril y debían ser secretos, pero el ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, los hizo públicos.
Por otra parte, el diplomático estadounidense se ha referido a la situación de Cuba, uno de los países que apoyan al régimen de Maduro y que más se está viendo afectado por las sanciones estadounidenses impuestas contra Venezuela, en particular las que impiden el transporte de petróleo venezolano a la isla.
“Cuba va a hundirse con el barco”
“Los cubanos, desde mi punto de vista, van a llegar hasta el final y van a hundirse con el barco”, ha señalado Abrams. “Y no es una política irracional de su parte, en el sentido de que ningún gobierno futuro va a tener la relación que tiene Maduro con ellos”, ha valorado.
El enviado especial ha indicado que ha hablado de ello con representantes de Canadá y de gobiernos europeos que han mantenido contactos con el Gobierno cubano sobre Venezuela. Según ha dicho, no ha salido ninguna oferta concreta de diálogo de esos encuentros.
“Me sorprende el hecho de que mucha gente habla con los cubanos todo el tiempo... y nadie nos ha sugerido que haya algún acuerdo en ciernes”, ha comentado. En opinión de Abrams, dada la fuerte escasez de combustible que atraviesa la isla, “se podría pensar que los cubanos dirían a los canadienses o los españoles, o quien sea, ‘haznos una oferta’”.
Sin embargo, el Gobierno cubano no había expresado en esas conversaciones un interés por encontrar un país que pueda sustituir a Venezuela en los envíos de petróleo, lo que indicaría un interés en negociar sobre el tema, ha señalado.
Una fuente conocedora de las conversaciones sobre Venezuela entre el Gobierno cubano y representantes de Europa y Canadá ha indicado al diario que parte del problema es la desconfianza sobre la Administración de Trump. Según esta fuente, representes del Gobierno de Díaz-Canel han expresado dudas de que, si aceptan negociar, Washington cumpla con su parte del acuerdo.
“¿Qué garantías tienen de que por la mañana el presidente Trump tuitée que lo están haciendo bien y por la tarde cambie de opinión”?, ha explicado la fuente.
En este sentido, Abrams ha afirmado que Cuba no tiene que esperar a una negociación con Estados Unidos para hacer cambios internos y sobre su política hacia Venezuela.
“Si los cubanos se presentan y dicen: ‘Aquí está el paquete, aquí están las reformas internas, aquí están las reformas internacionales’, creo que si miras lo que el presidente Trump ha hecho con Corea del Norte y con los talibán, sabes que está abierto a romper viejos patrones”, ha destacado Abrams. “Pero no ha habido ninguna evidencia de parte de Cuba”, ha aclarado.
Trump se ha reunido en tres ocasiones con el líder norcoreano, Kim Jong Un, después de haberle criticado duramente el inicio de su mandato por su programa nuclear y de misiles balísticos, y estaba dispuesto a mantener un encuentro con los talibán, con los que Washington negociaba un acuerdo de paz, en el último momento a principios de septiembre porque mataron a un estadounidense en un ataque.
(Con información de Europa Press)
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