Los dos agentes de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM) de Venezuela acusados de la muerte del capitán de corbeta Rafael Acosta cuando estaba bajo custodia de la DGCIM han sido condenados a seis años y ocho meses de cárcel.
Se trata del sargento Estiben Zárate, de 22 años, y del teniente Ascanio Antonio Tarascio, de 23, que han sido declarados culpables de homicidio intencionado, según informa la prensa local.
El abogado de la víctima, Alonso Medina Roa, ha denunciado en Twitter que el Tribunal 36 de Control, autor de este fallo, ha ignorado “todo lo establecido en la ‘Ley contra la Tortura’”, que fija entre 15 y 25 años el marco penal para los casos de tortura.
“Una muestra más de que el Ministerio Público es un instrumento al servicio de la impunidad”, ha lamentado la ONG PROVEA, alertando a la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, de que esta sentencia es “un precedente que da luz verde a la práctica de la tortura”.
Acosta fue detenido el pasado 21 de junio por la DGCIM junto a otros seis uniformados por su presunta implicación en la asonada militar del 30 de abril con la que el autoproclamado “presidente encargado” de Venezuela, Juan Guaidó, pretendía derrocar al régimen de Nicolás Maduro.
Murió una semana después mientras estaba bajo custodia de la DGCIM tras aparecer ante un tribunal en silla de ruedas e incapaz de hablar. La autopsia, de la que se hicieron eco los medios venezolanos, confirmó que la causa de la muerte eran graves lesiones.
La oposición sostiene que fue torturado y ha exigido una investigación internacional para esclarecer los hechos. El régimen, por su parte, abrió una investigación interna en el marco de la cual fueron detenidos los dos agentes condenados.
(Con información de Europa Press)
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