A pesar de no asistir a Barbados, el chavismo sigue negociando futuras elecciones con la oposición

Guardar
Juan Guaidó y Nicolás Maduro (Reuters)
Juan Guaidó y Nicolás Maduro (Reuters)

Las negociaciones sobre el futuro de Venezuela parecen una batalla para ver quién se rinde primero. El Gobierno atrincherado de Nicolás Maduro exige levantar todas las sanciones estadounidenses o de lo contrario nada se moverá. La oposición, liderada por Juan Guaidó, responde que los castigos se mantendrán hasta que Maduro deje el poder. Mientras tanto, el Gobierno de EEUU aumenta la presión a través de un embargo casi total, la medida más drástica que toma contra un país del hemisferio occidental en tres décadas.

Sin embargo, lejos del teatro de la intransigencia, está en marcha un tranquilo intercambio de ideas.

Pese a la promesa de Maduro del miércoles de cancelar las negociaciones bajo mediación de Noruega en la isla caribeña de Barbados, sus representantes y los de Guaidó siguen considerando elecciones legislativas y presidenciales dentro de uno o dos años, según participantes que juraron guardar el secreto. Incluso podrían ocurrir mientras Maduro permanece en el cargo, de manera contraria a la postura de Guaidó, señalaron los funcionarios.

Tales plazos y la logística requerida (observadores internacionales y una nueva autoridad electoral) pondrían a prueba a todas las partes. Y a medida que la nación otrora acaudalada se desintegra en medio de la hiperinflación y el hambre, las acusaciones vuelan y las expectativas siguen siendo bajas.

El Gobierno de Maduro prometió mantenerse alejado de la mesa de negociaciones en protesta por las sanciones: "Los venezolanos hemos notado con profunda indignación que el jefe de la delegación de la oposición, Juan Guaidó, celebra, promueve y apoya estas acciones lesivas de la soberanía de nuestro país y de los derechos humanos más elementales de sus habitantes".

Por su parte, el consejero de seguridad nacional de EEUU, John Bolton, declaró esta semana en una cumbre sobre Venezuela celebrada en Perú: "Vemos a Maduro usando las mismas viejas tácticas, fingiendo estar interesado en un diálogo, cuando todos sabemos que solo está ganando tiempo. No vamos a caer en estos viejos trucos de un dictador agotado".

No obstante, los negociadores de Guaidó siguen listos para dialogar. EEUU no ha condenado las conversaciones, aunque casi lo hizo. Los comentarios preparados de Bolton en la cumbre de Lima contenían esta frase: "El tiempo para el diálogo ha terminado". Cuando formuló su discurso el martes, esa frase fue eliminada. El enviado especial Elliott Abrams afirmó a medios regionales que no criticará la participación de Guaidó en las negociaciones o el patrocinio de Noruega.

EEUU no quiere hacer nada que pueda atraer miradas acusatorias por el colapso de las negociaciones, dijo un alto funcionario estadounidense. Entonces, por ahora, las negociaciones siguen siendo el único camino, y los participantes, si bien juraron guardar el secreto, aseguran que hay puntos en común que vale la pena explorar.

Geoff Ramsey, analista sobre Venezuela de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos, planteó que el alejamiento de Maduro de las negociaciones no será permanente. "Se retiraron de la ronda, pero no del proceso", expuso.

"Si hay señales claras y verídicas de que las nuevas elecciones presidenciales serán libres y justas, el Gobierno de EEUU podría estar interesado en buscar formas de suavizar el impacto de las sanciones económicas sin levantarlas completamente", añadió.

Las negociaciones probablemente continuarán porque le conviene al régimen, manifestó Jennifer McCoy, especialista en Latinoamérica de la Universidad Estatal de Georgia.

"Desde luego que el Gobierno quiere que se levanten las sanciones", aseveró McCoy. "Pero eso se consigue a través de negociaciones". Mencionó que la conferencia sobre Venezuela en Lima "dio un respaldo importante a las negociaciones".

EEUU piensa que solo el endurecimiento de las sanciones hará que el Gobierno de Maduro tome con seriedad el diálogo."Nuestras sanciones han incrementado el incentivo para que el régimen de Maduro participe de manera productiva en el proceso", postuló el Departamento de Estado.

(Por Alex Vasquez, Fabiola Zerpa y Ethan Bronner – Bloomberg)

Guardar