El asesor de Seguridad Nacional de EEUU, John Bolton, advirtió este martes al régimen de Nicolás Maduro que "funcionará" el bloqueo firmado este lunes por el presidente Donald Trump contra los activos estatales venezolanos en suelo estadounidense, calificados por el funcionario como un claro mensaje hacia Nicolás Maduro. Además, dijo que "el tiempo de dialogar terminó".
La medida, según explicó, busca acorralar al líder chavista con respecto al mundo financiero y "acelerar una transición pacífica y democrática" para que abandone el poder.
"Funcionó en Panamá, funcionó en Nicaragua una vez, y va a funcionar allí otra vez, y va a funcionar en Venezuela y Cuba", expresó Bolton, en el marco de la Conferencia Internacional por la Democracia en Venezuela, que se realiza en Lima. El bloqueo al castrismo se produjo en 1962; en Nicaragua, contra el primer gobierno del sandinista Daniel Ortega, en 1985; y la última vez fue en 1988, apuntando contra el general panameño Manuel Antonio Noriega. De estas, solo sigue vigente el embargo a Cuba.
La primera parte de la jornada, que reúne a los países que sí reconocen a Juan Guaidó como mandatario interino (por la tarde es el debate con todos los países participantes), contó con un llamado a la acción internacional. "Invocamos a nuestros socios a tomar medidas, porque cuanto más esperemos, más sufren los venezolanos", sostuvo Bolton.
En ese sentido, aclaró que las medidas han sido delineadas con la intención de no agravar el sufrimiento de los ciudadanos. "Nuestras acciones han sido precisas y pensadas para asegurar la protección del pueblo venezolano, para que tengan acceso a lo que necesitan para sobrevivir", aclaró frente a diplomáticos de más de 50 países que respaldan a Juan Guaidó. Por ello, aclaró que la orden está acompañada de 21 excepciones para no perjudicar actividades vitales como las telecomunicaciones y a las organizaciones que reparten ayuda humanitaria.
"Nos aseguraremos de que Maduro se quede sin vías financieras para mantenerse a sí mismo", expresó.
"Es la primera vez en treinta años que usamos un congelamiento de bienes contra un Gobierno en este hemisferio. ¡La dictadura de Maduro está bajo aviso!", indicó.
La medida implica que los activos ahora "están bloqueados y no pueden ser transferidos, pagados, exportados, retirados ni manejados", y prohíbe transacciones con las autoridades venezolanas cuyos activos estén bloqueados. Por ello, expone a sanciones a cualquier individuo o firma que haga transacciones, "cooperen o asistan" con allegados al régimen.
"Muchas corporaciones internacionales se estarán preguntando si vale la pena arriesgar los negocios al involucrarse con el régimen de Maduro. Estamos enviando una señal a terceras partes que quieran hacer negocios con el régimen. Procedan con extrema precaución", adelantó. Antes, las sanciones aplicaban represalias firma por firma. Ahora, según subrayó, el bloqueo es total.
"Es una herramienta rara vez usada por el Gobierno. El régimen se une a un 'exclusivo club' de Estados canallas", añadió en conferencia de prensa, en referencia al puñado de países a los que Washington les ha aplicado un bloqueo similar.
El funcionario, parte del "ala dura" de Washington que ha lanzado numerosas advertencias a la cúpula chavista, aclaró que respetará la ley de amnistía aprobada por el Parlamento venezolano, por lo que admitió que, aunque no le agrada la idea, Maduro todavía tiene una posibilidad de entregar el poder sin necesariamente enfrentar procesos judiciales.
Además, envió un mensaje a Rusia y China, aliados del chavismo, para que repiensen sus vínculos con Caracas, ya que un eventual nuevo Gobierno podría revisar los extensos préstamos que Venezuela ha contraído con estos países. "La ruta más fácil para cobrar su deuda es apoyar el nuevo Gobierno legítimo", indicó.
Este martes, el régimen de Maduro emitió un comunicado en el que calificó la medida norteamericana como "una nueva y grave agresión" de "terrorismo económico". En el texto, hizo un llamado a "la unidad nacional cívico militar", y advirtió que la orden ejecutiva es una "apuesta por el fracaso del diálogo político en Venezuela", que se lleva a cabo en Barbados con auspicio de Noruega.
Sobre ese tema, Bolton se ha mostrado crítico y asegura que las negociaciones son una forma usada por el régimen para ganar tiempo. "No caeremos en estos viejos trucos de un dictador agotado. El tiempo para dialogar terminó. Es tiempo de la acción".
Por el momento, el Gobierno estadounidense no ha detallado cuál es el alcance estimado del bloqueo. Citgo, la filial de la petrolera estatal PDVSA, ya estaba sancionada desde enero y las autoridades norteamericanas habían reconocido a una junta directiva nombrada por el parlamento, controlado por la oposición.
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