Un 14 % de los migrantes venezolanos en la región recurrió a la mendicidad en la ruta desde su país hasta el lugar de destino y otro 2 % al "sexo de supervivencia", según un informe de la ONU basado en miles encuestas.
La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) realizó 7.846 entrevistas a individuos y familias que representaban en total a 19.600 venezolanos que se encuentran en Colombia, Ecuador, Perú, Chile, Argentina, Uruguay, Brasil y República Dominicana.
Presentado en una rueda de prensa en Ginebra, el informe revela que el 34 % no tenía ningún tipo de permiso de entrada o estancia en el país donde fueron encuestados, ya sea porque entraron de forma irregular o porque el que tenían expiró.
Un 29 % dijo tener una visa de turista, el 20 % un permiso temporal y sólo el 4 % un permiso permanente.
"Hemos visto un aumento de restricciones fronterizas y requisitos para que los venezolanos puedan entrar en ciertos países, lo que ya hemos dicho que puede empujarlos a tomar rutas irregulares y exponerlos al tráfico de personas", comentó la portavoz Liz Throssell.
La mitad de todos los entrevistados dijo que al menos un miembro de su familia estuvo o está en riesgo debido a su origen o porque tuvo que recurrir a la mendicidad, el sexo por supervivencia o porque hubo que enviar a niños menores de quince años a trabajar.
Un 52 % de niños incluidos en el estudio no iban a la escuela sobre todo porque habían llegado poco antes o porque estaban en tránsito hacia otro país, aunque también hubo casos en que no recibían educación por falta de documentos o de capacidad de las escuelas públicas.
De los entrevistados, el 21 % tenía una necesidad de ayuda real y urgente por una enfermedad, por ser una mujer embarazada o lactante, una persona discapacitada o mayor o por ser un menor separado de su familia.
Asimismo, la encuesta reveló que el 28 % sufrió o fue testigo de uno o más incidentes que pusieron en peligro su seguridad o la de algún pariente, y que la mitad de ellos fueron robos.
En otros casos hubo ataques físicos (19 %) y amenazas o intimidación (17 %), pero de todos los incidentes el 46 % ocurrieron en Venezuela, antes de abandonar el país.
Dentro de la complejidad de la inmigración venezolana en Sudamérica parece que la opción de pedir la condición de refugiado no es la primera opción de la mayoría, en parte debido a la desinformación.
Sólo el 15 % de los entrevistados había solicitado asilo, aunque otro 26 % expresó su intención de hacerlo también, mientras que la mayoría de los que no han utilizado este procedimiento es porque no lo conocen, mientras que otros creen que si lo hacen ya no podrán regresar a Venezuela.
ACNUR recalcó que a pesar de que una minoría ha presentado formalmente una petición de asilo, los sistemas que lo gestionan en cada país están saturados por la magnitud del flujo de venezolanos.
Más de cuatro millones de venezolanos han abandonado su país empujados por un deterioro de las condiciones de vida y el limitado acceso a servicios básicos en los últimos dieciocho meses.
De los que están en algún país receptor de la región, el 48 % están empleados en la economía informal y, de éstos, el 19 % son vendedores ambulantes. Otro 18 % está desempleado.
Según la encuesta, ante de salir de su país, el 35 % de entrevistados tenían un empleo formal, el 18 % eran empresarios y el 10 % funcionarios.
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