El Consejo Permanente de la Organización de los Estados Americanos celebra una sesión ordinaria en el Salón Simón Bolívar de la sede de la OEA en Washington. Se aborda la situación de los derechos humanos en Venezuela, entre otros temas.
Participan del encuentro Tamara Suju, directora ejecutiva del Instituto Casla; la comisionada Esmeralda Troitiño, presidenta de la CIDH; Valentina Ballesta, de Amnistía Internacional (de manera virtual) y Tamara Taraciuk Broner, de Human Rights Watch (también de manera virtual).
Suju, abogada penalista venezolana y especialista en derechos humanos afirmó que en el país "el crimen de la tortura está institucionalizado".
"Todos los organismos de seguridad e inteligencia están involucrados de alguna forma. En Venezuela, la tortura viene acompañada de la desaparición forzada y de la violencia", expresó.
Y agregó: "Denunciamos la orden de Maduro de armar a las milicias para portar armas de fuego y son desplazadas para enfrentar manifestaciones. El ataque ha llegado a las iglesias y a los centros de salud".
"La tortura no solo ocurre en los centros militares, sino que muchas víctimas son llevadas a centros clandestinos de tortura", enfatizó.
Por último, se refirió al caso del capitán de corbeta Rafael Acosta Arévalo; y denunció: "Lo asesinaron en cámara lenta, torturándolo durante 5 días. Las torturas psicológicas están presentes en todos los casos".
A su vez, Paulo Abrāo, Secretario Ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, resaltó que "el 40% de la medidas otorgadas sus beneficiario son personas que aseguraron ser víctimas de malos tratos durante sus detenciones", y el órgano recibió denuncias de que estos afectados "fueron golpeados e incluso inyectadas con sustancias desconocidas".
La reunión llega luego de que el secretario general de la OEA, Luis Almagro, afirmara el pasado viernes que el diálogo entre el régimen de Nicolás Maduro y la oposición solo funcionará si Estados Unidos continúa presionando a Cuba y al dictador venezolano.
"Que ese proceso tenga éxito dependerá esencialmente de la presión que Estados Unidos ponga sobre todos los factores fundamentales que oprimen al pueblo venezolano: el factor cubano y el factor de la lógica criminal y usurpadora de Nicolás Maduro", manifestó Almagro en una rueda de prensa en la sede de la OEA, en Washington.
Almagro consideró que el diálogo mediado por Noruega solo tendrá una oportunidad si continúa la presión sobre Maduro.
"Más de lo que se negocie sobre la mesa, más que la negociación, si sale algo de ahí va a ser por la presión de otras amenazas creíbles y la presión de EEUU", manifestó Almagro durante la rueda de prensa, en la que compareció junto al enviado estadounidense para Venezuela, Elliott Abrams.
En mayo, Noruega comenzó un proceso de mediación entre el régimen de Maduro y la oposición liderada por Juan Guaidó, reconocido como presidente de Venezuela por medio centenar de países.
Esta semana, las negociaciones se reanudaron en Barbados. El Ejecutivo de Maduro ha calificado el proceso de "exitoso", mientras que Guaidó sigue insistiendo en que su objetivo es acabar con la "usurpación" de Maduro y ha pedido que se mantenga la presión interna y extranjera contra el oficialismo.
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