(CARACAS) En medio de un riesgo latente, los periodistas en Venezuela cada día corren un maratón por la búsqueda, cobertura y publicación de la información. Reporteros y camarógrafos ya no tienen espacio en muchos lugares del país: la restricción al trabajo de la prensa es una historia más que cubrir.
Hoy en Venezuela se celebra el Día del Periodista en conmemoración a la publicación del primer periódico: Correo del Orinoco. Este fue creado por el Libertador Simón Bolívar en 1818. Su primer número tuvo el lema: "Somos libres, escribimos en un país libre y no nos proponemos engañar al público".
201 años después, los periodistas en Venezuela trabajan bajo persecución y miedo, sacan fuerzas para contar, en medio del asedio y la censura, un país que vive en emergencia humanitaria.
El gobierno de Nicolás Maduro podría superar a Hugo Chávez en violaciones asociadas a la libertad de expresión. En los últimos cinco años Maduro acumuló 2.000 violaciones a la libertad de expresión, solo el año pasado se generaron 387 casos, que se traducen en 608 violaciones, según el informe de Espacio Público, asociación civil en defensa de los derechos humanos.
La hegemonía comunicacional impuesta viene desde el primer año de gobierno de Hugo Chávez. Xabier Coscojuela, director del diario Tal Cual, fundado en el año 2000, opina que desde el principio "el chavismo no comulgó con la libertad de expresión". Para él, Tal Cual es un ejemplo concreto de censura: "Teodoro Petkoff —político, ex guerrillero y economista— fue director de El Mundo y por agresiones del gobierno tuvo que salir y fundar Tal Cual". Por las restricciones al acceso al papel, en 2017 debió convertirse en un medio digital.
En un entorno de alta conflictividad social y política están los periodistas. Para Omar Lugo, director general de El Estímulo, se trabaja en condiciones extremas. "Significa un verdadero esfuerzo histórico", dice, "desafío por mantener la calidad en el contenido en un panorama donde predomina la censura y autocensura".
Lugo cree que es una carrera de resistencia donde, paso a paso, hay que superar obstáculos: Economía colapsada, pocas oportunidades de trabajo y ascenso profesional, bajos salarios y la lucha contra la desmotivación.
"Supone acumulación diaria de fuerzas, ganas de ser cada vez mejor, seguir persistiendo en una sociedad que tiene problemas profundos en todos los frentes", sostiene Lugo.
No es una labor fácil y en Venezuela los impedimentos aumentan para la cobertura de calle con detenciones arbitrarias, agresiones, bloqueos y ataques informáticos. Maiker Yriarte, reportero de Vivo Play, un canal de televisión online, estuvo detenido en el Palacio de Miraflores en enero durante 10 horas.
"Hay que tener mucha valentía porque nos enfrentamos a un sistema totalitario", dice Yriarte, "estamos en la calle sin saber si se va a resguardar nuestra integridad". Para él, el blanco en Venezuela es la prensa, donde los principales enemigos de sistema político son las cámaras, un grabador, un micrófono.
Yriarte siente miedo día a día. Teme a una detención arbitraria y quedarse preso. Aunque no ha dejado de hacer su trabajo, prefiere pasar de ser percibido ante grupos civiles armados progubernamentales, funcionarios del Estado. "Hago mi trabajo firme, pero también hago la menor bulla posible", enfatiza.
Solo en los primeros cuatro meses de 2019 ya suman 249 casos, con un total de 517 denuncias, de violaciones a la libertad de expresión, según las cifras de Espacio Público.
Venezuela es el único país de América Latina en que en un año más de 50 medios han sido cerrados, para Marysabel Rodríguez, de Espacio Público, "hay una política de Estado dirigida a limitar la comunicación libre y eso afecta al periodismo".
Las limitaciones que restringen el ejercicio van desde la pluralidad en el contenido, la independencia de los medios, amenazadas constantes del Sistema Judicial que va contra la plena libertad de decir, opinar e investigar.
Rodríguez, con preocupación, no duda en señalar que se ha legitimizado las agresiones a periodistas por pate de cuerpos de seguridad y civiles armados.
El periodista y la emergencia
Los periodistas cuentan el dolor del país. Escriben titulares que denuncian la agonía de quien espera por un medicamento o la tragedia de ver caer un familiar en una ejecución extrajudicial, las muertes por desnutrición y el desamparo del Estado que no garantiza derechos sociales y económicos. Lloran con víctimas de violaciones de derechos humanos y entienden el duelo por la separación de las familias ante la migración forzada.
La emergencia también pasa factura a la prensa. Casi 500 periodistas forman parte de la crisis migratoria y de refugiados, estos salieron del país en los últimos cuatro años, apunta un estudio de 2018 del Instituto de Prensa y Sociedad de Venezuela.
"El periodista se enfrenta cada día a sus propias carencias porque no escapa de la crisis", expresa Maryorin Méndez, directora digital de NTN24. "También a sus miedos con la autocensura, al poder, a la crítica del colectivo que demanda posiciones y al dolor de ver la precaria realidad de sus hermanos venezolanos", destacó.
Las historias ya pierden espacios en los medios. Al menos 10 estados del país se quedaron sin diarios impresos en 2018, contabiliza el informe de Espacio Público.
Es un contexto restrictivo que asfixia. "El periodismo venezolano ha tenido que reinventarse. Los medios convencionales se han reducido, los periódicos son el 10% de lo que eran hace cinco años. En el caso de la radio y la televisión tiene muchísimos controles y temas prohibidos", explica Carlos Correa, director de Espacio Público.
#Ahora Periodistas de El Pitazo protestaron en la sede de Movistar por el bloqueo de dominios de su portal, hecho que no permite acceder a su URL desde la operadora Movistar Telefónica #21Jun pic.twitter.com/oNgNLfiEcZ
— Efecto Cocuyo (@EfectoCocuyo) June 21, 2019
Los medios digitales han sido una forma específica de responder ante ese contexto restrictivo. Pero los accesos a portales como Infobae, El Nacional Web, La Patilla, Punto de Corte, Crónica.Uno, Tal Cual, Armando.Info, Mérida Digital, Efecto Cocuyo y El Pitazo fueron bloqueados por la operadora pública Cantv. En 2018 ocurrieron 42 acciones contra medios digitales y cuentas personales en redes sociales. Recientemente, Movistar Venezuela bloqueó medios independientes en internet por instrucciones del régimen de Maduro.
El balance de la situación del periodismo en Venezuela queda así: Desde 2013, 115 medios de comunicación han sido cerrados, bloqueados y perseguidos. Al menos 65 estaciones de radio y 10 televisoras salieron aire y 70 periódicos han dejado de imprimirse, solo 64 permanecen activos.
"Nunca como ahora el periodismo venezolano había estado tan amenazado, pero nunca como ahora el periodismo venezolano era tan necesario", concluye Correa.