La Alta Comisionada de Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet, llegó a Venezuela este miércoles por la tarde para realizar una visita que se anticipa tensa por la grave crisis humanitaria que atraviesa el país.
Al salir del aeropuerto de Miaquetía, donde la prensa la esperaba, la ex presidenta de Chile se subió rápidamente a una camioneta sin dar declaraciones.
Bachelet, quien estará en el país hasta el viernes, tiene previsto reuniones separadas con Nicolás Maduro y Juan Guaidó, así como con "víctimas de abusos y de violaciones de derechos humanos" y sus allegados, indicó la Oficina del Alto Comisionado en un comunicado.
Al presidente interino lo verá en la Asamblea Nacional el viernes 21 de junio a las 9 de la mañana y a Maduro, el mismo día pero a las 19 en Miraflores.
[ÚLTIMA HORA] La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos @mbachelet ya se encuentra en #Venezuela y dará declaraciones a periodistas este viernes 21 de junio en el aeropuerto de Caracas. pic.twitter.com/PCMIlcOQUp
— Noticias ONU (@NoticiasONU) June 19, 2019
Aunque el régimen insiste con que Bachelet llega a Venezuela por invitación de Maduro, Guaidó -reconocido como presidente encargado por medio centenar de países- aseguró que la visita "es un logro de la protesta" para exigir la salida del poder del mandatario socialista.
El también presidente del Parlamento afirmó que la presencia de la Alta Comisionada debería servir para "buscar soluciones urgentes (…) a la emergencia humanitaria". Y también convocó a sus seguidores a salir a las calles a denunciar la grave crisis socioeconómica, de la que culpa al gobierno, "para que el régimen no pueda ocultar la tragedia" a la ex presidente chilena.
Bachelet mantendrá además reuniones con ministros, el presidente de la Corte Suprema chvaista y el fiscal general, añadió la Oficina del Alto Comisionado.
Previo a su visita, la Alta Comisionada de Derechos Humanos de la ONU envió a delegados al país petrolero, tras lo cual se generaron críticas de oenegés que denunciaron que se les ocultó la verdadera situación de los hospitales. Según la ONU, unos 3,3 millones de personas se fueron del país desde 2016 a raíz de la crisis. A ellos se suman cerca de 700.000 que ya había emigrado hasta 2015.
En marzo pasado, Bachelet denunció que las fuerzas de seguridad del régimen, respaldadas por milicias progubernamentales, han reprimido la disidencia pacífica con uso excesivo de la fuerza, muertes y torturas que han sido documentadas por su oficina.
"Estoy muy preocupada por el debilitamiento de la democracia, especialmente por la continua criminalización de las protestas pacíficas", aseguró entonces la chilena. Y agregó: "En el contexto de la última ola de protestas en todo el país contra el Gobierno, en los primeros dos meses de este año, mi oficina documentó numerosas violaciones a los derechos humanos y abusos por parte de las fuerzas de seguridad y grupos armados progubernamentales -los 'colectivos armados'- incluyendo el uso excesivo de la fuerza, asesinatos, detenciones arbitrarias, torturas, amenazas e intimidaciones".
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