Varios países europeos sopesan imponer sanciones a Nicolás Maduro y otros altos funcionarios del régimen venezolano en respuesta a las recientes medidas severas adoptadas contra opositores políticos, aunque todavía hay divisiones en cuanto a si es el momento oportuno, por temor de que se podrían obstaculizar los actuales esfuerzos hacia una salida negociada a la crisis del país, revelaron fuentes informadas a la agencia The Associated Press.
Un grupo de cinco naciones—Alemania, España, Francia, Reino Unido y Holanda— contemplan restricciones de viajes y financieras antes de proponerlas al Consejo Europeo, agregaron diplomáticos y miembros de la oposición venezolana con conocimiento de los planes.
Un total de cinco fuentes hablaron bajo condición de anonimato porque no estaban autorizadas para mencionar públicamente las deliberaciones.
Aunque Maduro es uno de una decena de funcionarios a quienes se les podrían imponer sanciones, no se ha tomado una decisión final, dijeron dos de los consultados. El grupo todavía debe superar divisiones internas antes de presentar una propuesta formal a la rama ejecutiva de la UE.
Existe un mayor consenso para sancionar a miembros importantes de las fuerzas armadas y del sistema judicial, quienes han sido fundamentales en la detención de los aliados del líder de la oposición venezolano Juan Guaidó, ente ellos el ministro de Defensa Vladimir Padrino, cuya familia se cree que vive en España.
También está incluido en esa lista el ministro de Comunicaciones Jorge Rodríguez, un importante asistente de Maduro y enviado a las conversaciones con la oposición organizadas por Noruega, y Jorge Márquez, director del poderoso organismo regulador de las comunicaciones y que fue responsable de cesar la transmisión de la televisora española Antena 3 y la británica BBC a principios de año.
Se ha logrado un avance constante para construir un caso legal sólido para las restricciones, pero el principal obstáculo es la incertidumbre del impacto que podrían tener en el esfuerzo de mediación de Noruega entre los representantes de Maduro y de Guaidó, agregaron las fuentes.
"Nuestra prioridad no es imponer nuevas sanciones, pero tampoco relajar la presión de las existentes a miembros del gobierno venezolano", indicó un alto funcionario del Mnisterio de Asuntos Exteriores de España. "El esfuerzo por el momento está centrado en el diálogo de Noruega".
Después de dos rondas de conversaciones en Noruega, la oposición no había aceptado para el sábado una tercera ronda programada para comenzar la próxima semana en Barbados, dijeron tres diplomáticos a la agencia AP.
Guaidó, quien ha sido reconocido como el presidente interino de Venezuela por más de 50 países, entre ellos la mayoría de los miembros de la UE, prometió no regresar a la mesa de negociación hasta que Maduro esté dispuesto a convocar elecciones presidenciales anticipadas.
El gobierno sueco también confirmó el viernes que organizó conversaciones esta semana entre dos importantes potencias con intereses en Venezuela. A las conversaciones en Estocolmo no asistió ninguna parte de la lucha por el poder venezolano, pero incluyó a diplomáticos de Rusia —el principal apoyo financiero y militar de Maduro— así como a Enrique Iglesias, el nuevo enviado de la UE para Venezuela.
Hace casi dos años, el gobierno del presidente Donald Trump agregó a Maduro a su lista de sancionados, que ya incluye a más de 100 funcionarios venezolanos y allegados cuyos bienes en Estados Unidos fueron congelados y tienen prohibido hacer negocios con estadounidenses.
Sin embargo, la UE ha sido más lenta que Estados Unidos y Canadá en su enfrentamiento con Maduro por el temor de que pueda afectar la posibilidad de una solución negociada al estancamiento político que ha exacerbado la miseria en un país en donde más de 4 millones de personas, casi 15% de la población, ha migrado al extranjero en busca de trabajo y alimentos. La cautelosa estrategia de la UE ha generado críticas de miembros de la oposición venezolana, ya que consideran que oxigena al régimen de Maduro.
Un factor que ahora influye en la consideración de implementar sanciones de la UE son las recientes medidas del régimen de Venezuela bajo las cuales fue arrestado el vicepresidente del Congreso, controlado por la oposición. Otros 18 legisladores han sido despojados de su inmunidad parlamentaria.
La UE, que intenta allanar el camino hacia unas elecciones libres y justas mientras garantiza la entrega de ayuda humanitaria al país a través del Grupo Internacional de Contacto, no ha descartado las sanciones en sus comunicados públicos. Cualquier sanción del bloque requeriría el aval de sus 28 miembros, cuatro de los cuales -Italia, Grecia, Eslovaquia y Chipre- no reconocen a Guaidó como el líder legítimo de Venezuela. Gran Bretaña es el principal promotor de las sanciones.
"La cuestión de oportunidad política de las sanciones es importante. En las circunstancias actuales no hay unanimidad", dijo un alto diplomático de la UE. "Pero eso podría cambiar rápidamente si los esfuerzos en Oslo fallan o si, por ejemplo, se producen nuevas detenciones de miembros de la oposición", agregó.
Además de un embargo de armas y una prohibición para exportar equipo antimotines para la policía desde 2017, el Consejo Europeo ya congeló los bienes de 18 personas y les prohibió viajar al bloque. La vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, y el líder del partido socialista, Diosdado Cabello, están entre quienes fueron sancionados previamente, pero hasta ahora la UE ha evitado sancionar al propio Maduro.
La oposición intenta persuadir a la UE para que adopte las nuevas sanciones y así presionar a Maduro para que acepte una elección presidencial justa y transparente, supervisada por observadores internacionales. Argumenta que las sanciones de Estados Unidos fueron fundamentales para forzar a varios allegados de Maduro a cambiar su lealtad y apoyar el levantamiento militar.
Para enfatizar esta estrategia, Lilian Tintori, la esposa del prominente activista de la oposición venezolana Leopoldo López, se reunió el viernes con el canciller español y pidió que el país y la UE fortalezcan las restricciones y que aumenten la "presión mundial sobre la cruel dictadura de Nicolás Maduro".
Con información de AP
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