El presidente ruso, Vladímir Putin, aprobó hoy los planes del consorcio estatal Rosneft de explotar dos nuevos yacimientos de gas en la plataforma continental de Venezuela.
De esta forma, Rosneft podrá explotar los yacimientos de Patao y Mejillones, situados al norte de la península de Paria y que se enmarcan en el Proyecto Mariscal Sucre.
Putin modificó así el acuerdo de cooperación en proyectos estratégicos conjuntos suscrito en 2009 a propuesta del Gobierno ruso, según informa el portal oficial de información legal.
Según medios rusos, Rosneft posee el 100 % de dicho proyecto y tiene la opción de exportar todo el gas extraído en los dos yacimientos.
La petrolera rusa ya participa como socio minoritario en varios proyectos conjuntos de producción de petróleo en Venezuela, como Petrovictoria, Petromonagas y Petromiranda, en la Faja Petrolífera del Orinoco, así como Boquerón y Petroperijá, en el estado de Zulia.
Rosneft es una de las corporaciones rusas más activas en Venezuela, donde aumentó en un 7 % la extracción de petróleo en 2018 pese a las dificultades económicas que atraviesa el país.
En 2017, Rosneft transfirió a Caracas 6.000 millones de dólares en concepto de adelanto a cambio del suministro de petróleo durante los próximos dos años.
En marzo pasado, Nicolás Maduro decidió trasladar la oficina de la compañía estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa) de Lisboa a Moscú para reforzar la asociación estratégica entre ambos países.
Precisamente, el viceministro de Exteriores ruso, Serguéi Riabkov, anunció hoy que viajará en las próximas semanas al país latinoamericano, después de que Maduro desvelara sus planes de viajar a Moscú.
En su momento, el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, rechazó la demanda del secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, de que Rusia renuncie a los hidrocarburos venezolanos.
La alianza entre Caracas y Moscú se ha fortalecido en las últimas dos décadas con la llegada al poder de Hugo Chávez, el mentor de Maduro fallecido en 2013.
Tras el inicio de la más reciente crisis política en Venezuela, cuando en enero la Asamblea Nacional nombró al opositor Juan Guaidó como presidente interino en desafío al chavista Nicolás Maduro, el país se ha convertido en escenario de una disputa geopolítica global entre los Estados Unidos y Rusia, que apoyan a distintas facciones en la puja de poder.
Maduro cree que el Kremlin es el camino para retener el poder, aun a costo de entregar los recursos de su país por lo que se aferró a Rusia de manera dramática. Y Putin no dejó pasar la oportunidad de hacer pie con mayor fuerza en América Latina. Pero el salvataje no es solo económico, también es militar y político.
Con información de EFE
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