María Corina Machado y Antonio Ledezma aseguraron que la fuerza es la única opción para terminar con la dictadura de Maduro

Por medio de una carta pública, los dirigentes opositores venezolanos le pidieron al presidente interino Juan Guaidó cancelar la mediación de Noruega, al considerarla una "negociación opaca y dañina"

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María Corina Machado y Antonio
María Corina Machado y Antonio Ledezma (EFE)

María Corina Machado, Antonio Ledezma y Diego Arria volvieron a manifestarse en contra de la mediación del Gobierno de Noruega para encontrar una solución a la crisis venezolana, y reiteraron su posición de emplear la fuerza para terminar con la dictadura de Nicolás Maduro.

"Cancele y cierre de manera definitiva, sin dejar espacios para las suspicacias, esta negociación opaca y dañina", indicaron los funcionarios opositores en una carta pública dirigida al presidente interino Juan Guaidó.

Machado, Ledezma y Arria advirtieron sobre "la posibilidad de que de un pacto con el crimen organizado surjan unas 'elecciones democráticas' que se celebrarían bajo su dominio".

"Usted, señor Presidente, ha insistido en repetir que, frente al régimen, todas las opciones están sobre la mesa. En realidad, sobre la mesa queda una sola y única opción real. Esa opción es la fuerza, entendida como la combinación apropiada de la fuerza institucional de la Asamblea Nacional, de su Presidencia Interina y del TSJ legítimo, con la fuerza de la movilización organizada de los venezolanos y la fuerza de una coalición internacional leal, que coopere con nosotros en la tarea de desalojar al narcoestado imperante, liberar a Venezuela y reconstruir la República. Le pedimos que asuma esta realidad", agrega la misiva.

Los dirigentes opositores enviaron esta carta el mismo día que Maduro lanzó una dura amenaza contra Guaidó, al afirmar que el presidente interino "no tomará el poder ni por las malas ni por las buenas".

"La oposición quiere dar un golpe de Estado en Venezuela, pero no lo lograrán. Les juro que no volverán ni por las malas ni por las buenas. Aquí habrá revolución para largo, se los juro", exclamó este martes durante el segundo aniversario del Movimiento Somos Venezuela.

Nicolás Maduro, cada vez más
Nicolás Maduro, cada vez más aislado, se aferra al poder en Venezuela

A continuación, la carta completa:

Estimado Presidente, Lo saludamos muy cordialmente con ocasión de hacerle llegar los planteamientos que formulamos a continuación:

1. Le ratificamos nuestro más pleno respaldo en su condición de Presidente Encargado de la República, que ejerce de acuerdo con el artículo 233 constitucional, en cumplimiento de la ruta estratégica aprobada por la Asamblea Nacional en el Estatuto para la Transición hacia la Democracia, y expuesta por Usted ante el país, resumiéndola en sus tres fases: 1) Cese de la Usurpación; 2) Gobierno de Transición; 3) Elecciones libres. Este apoyo es pleno con vistas a lo anterior y en el mismo espíritu unitario dentro del cual lo respalda la inmensa mayoría del pueblo venezolano, a saber, por su compromiso con la estrategia señalada, cuyo propósito es, dentro de un marco constitucional y en el menor tiempo posible, derrocar el Estado criminal que nos oprime.

2. Dentro de dicha estrategia, que se fundamenta en la naturaleza criminal del enemigo a derrotar, lo primero y central, de manera única e inmodificable, como lo reza el Estatuto alrededor del cual confluyeron todas las fuerzas que integran a la Asamblea Nacional, es el cese de la usurpación. Ella no admite ninguna forma de convivencia o connivencia con las mafias de la corporación criminal en que se ha convertido el Estado venezolano. De allí que el nuevo diálogo en Noruega, avalado por la corporación criminal encabezada por Nicolás Maduro y sus socios, pues les sitúa en paridad moral con el gobierno legítimo que Usted representa, resulte inexplicable para el país; sobre todo dada la posibilidad de que de un pacto con el crimen organizado surjan unas "elecciones democráticas" que se celebrarían bajo su dominio. Nuestra legítima exigencia, Presidente Guaidó, es que Ud., en ejercicio de su autoridad y de su deber como legítimo Presidente de todos los venezolanos, por respeto a la dignidad de nuestro pueblo, cancele y cierre de manera definitiva, sin dejar espacios para las suspicacias, esta negociación opaca y dañina.

3. Usted, señor Presidente, ha insistido en repetir que, frente al régimen, todas las opciones están sobre la mesa. En realidad, sobre la mesa queda una sóla y única opción real. Esa opción es la fuerza, entendida como la combinación apropiada de la fuerza institucional de la Asamblea Nacional, de su Presidencia Interina y del TSJ legítimo, con la fuerza de la movilización organizada de los venezolanos y la fuerza de una coalición internacional leal, que coopere con nosotros en la tarea de desalojar al narcoestado imperante, liberar a Venezuela y reconstruir la República. Le pedimos que asuma esta realidad. Que, con base en esa decisión, que es suya, propia e intransferible como encargado de la Jefatura del Estado y del Gobierno, concentre su esfuerzo en construir esa alianza internacional necesaria hoy dispersa y atomizada y convocar al pueblo a apoyar esa única opción. Tenga la seguridad de que el pueblo venezolano, las principales democracias del Hemisferio y la mayoría de los miembros de la Fuerza Armada Nacional ajena a las complicidades de un Alto Mando controlado por el G2 cubano y coludido con el conglomerado criminal que tiene a Maduro como su fantoche mayor van a responder a ese llamado, si es coherente y consistente.

4. Usted sabe que la habilidad propagandística de los rusos y los cubanos intenta fijar una narrativa de que lo propuesto sería, así, una invasión militar difícil de ejecutar y de efectos inciertos aun después de derrocado el régimen; arguyéndose la existencia de fuerzas contrarias que resistirían, generando problemas de violencia incontrolable e ingobernabilidad. Pero Usted y nosotros sabemos que esa es la leyenda cubana de ocasión e históricamente recreada en todas las experiencias criminales en las que se ha coludido. El pueblo venezolano está profundamente unido en su dolor, en sus urgencias, en su reclamo de trato humano y digno, en ese más de un 90 por ciento que rechaza a la narcotiranía. El grueso de nuestra propia Fuerza Armada Nacional, sin los controles cubanos se pondría del lado del pueblo y la Constitución en un país que, como el nuestro, en buena hora, no tiene problemas étnicos ni religiosos ni interregionales, y que ha mostrado en distintos momentos de su historia una formidable capacidad para asumir y superar con éxito sus transiciones políticas.

5. Este pueblo, Presidente, que ha hecho todo cuanto puede y aún hará mucho más por su libertad, no podrá, sin una acción internacional decidida, real y a tiempo, sacudirse el yugo criminal que lo azota y lo mantiene bajo secuestro. Pedirle que, por sí solo rompa las cadenas de los secuestradores que lo someten es una insensatez, que comprenden perfectamente nuestros verdaderos aliados en el Hemisferio. Usted lo sabe y es consciente de ello. Invoque el respaldo, en particular de nuestros vecinos Colombia, Brasil, Estados Unidos y las Antillas Holandesas, quienes sí saben porque también lo sufren, que nuestro problema es también un problema de ellos y del Hemisferio; y que el cáncer de la violencia, la pobreza, la droga, la corrupción y el terrorismo que nos azota en Venezuela tiene capacidad para infectar y desestabilizar -como ya ha comenzado a hacerlo- a toda la región si no es erradicado en su origen y epicentro, que es, trágicamente, la Patria de Bolívar.

En los términos expuestos, apreciado Presidente, le reiteramos nuestra solidaridad y los votos por su éxito, que será el éxito de Venezuela entera. Ud. es el Presidente legítimo de todos los venezolanos y como tal se debe a ellos, por encima de las directrices de cualquier partido o combinación de partidos, incluyendo el suyo. El artículo 233 constitucional provee la figura del Presidente Encargado y no esa suerte de gobierno colegiado, no explícito ni regulado, que ha funcionado estos meses.

Cordialmente,

María Corina Machado             Antonio Ledezma Diego Arria

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