La gobernadora del estado Lara, Carmen Meléndez, anunció que comenzó el racionamiento de gasolina: solo se permitirá la compra de 30 litros de combustible semanales por vehículo dentro de su jurisdicción.
"Tenemos a la Fuerza Armada en cada estación de servicio para regularizar el consumo, que no se llenen los tanques a full, sino con 30 litros", advirtió Meléndez.
La gobernadora quiso restarle importancia a las largas colas, afirmó que se deben al "nerviosismo de la gente", e instó a usar los vehículos "solo cuando sea necesario".
"Hay colas por el nerviosismo de la gente, entonces van a las estaciones de servicio, echan combustible y al otro día, otra vez (…) Hay que tener la paciencia necesaria y usar los vehículos cuando sean necesario", insistió.
Desde hace semanas, la escasez de combustible en estaciones de servicio en varias zonas del país ha obligado a los automovilistas a hacer colas de hasta varios días para llenar el tanque.
En estados como Táchira (oeste) o Bolívar (sur), la falta de gasolina ha llevado incluso a la suspensión de clases o ha dejado bancos sin efectivo, por el impacto en el transporte de valores.
El pasado 28 de abril empezó a regir un embargo estadounidense sobre el petróleo venezolano, fuente de 96% de los ingresos del país con las mayores reservas de crudo, pero sumido en la peor crisis de su historia contemporánea.
Según analistas, las sanciones dificultan la compra de gasolina a empresas estadounidenses, de las que Venezuela adquiere parte de las naftas que compra en el exterior para suplir su déficit de refinación interna. Ese bache, de unos 100.000 barriles diarios, de acuerdo con legisladores opositores, impacta en el suministro.
Los especialistas aseguran que el colapso de la industria petrolera venezolana, cuya producción se ha derrumbado a sus peores niveles en décadas, es producto de la mala gestión, la falta de inversión y la corrupción en PDVSA.
Rafael Quiróz Serrano, economista y experto petrolero, explicó que los niveles actuales de producción de gasolina no permiten cubrir la totalidad de las 1.765 estaciones de servicio en el país, que cuenta con un parque automotor de cerca de 5 millones de vehículos, de los que 1,7 millones no circulan por falta de repuestos.
La opción de las importaciones de gasolina, de la que han echado mano las autoridades de Pdvsa en el pasado para mitigar la caída de la refinación, está limitada por las sanciones que impuso la Administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
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