La guerra entre paramilitares y guerrilleros ha alcanzado a la zona fronteriza de San Antonio y Ureña (en Venezuela) y Norte de Santander (en Colombia), y en los últimos días ha causado varios muertos y heridos, mientras la población aterrada solo puede callar. Ambos grupos han sido los actores de varios enfrentamientos armados a plena luz del día y por el control del territorio en la industria del contrabando. En varias ocasiones la balacera ha ocurrido en las inmediaciones del puente internacional Simón Bolívar.
A finales de enero 2019, las Autodefensas Colombianas Fronterizas distribuyeron un comunicado, en la frontera colombo venezolana, advirtiendo que a partir del 30 de ese mes harían "limpieza", como llaman al asesinar a distribuidores de droga, guerrilleros, ladrones, colectivos, delatores y todo el que perturbe la paz a las poblaciones de Villa del Rosario, La Parada y Juan Frío, del territorio colombiano.
No pasó de ser una de las frecuentes amenazas de los grupos irregulares en la zona. También porque en ese momento había mucha expectativa en Venezuela con el reciente anuncio de Juan Guaidó de asumir la presidencia interina de Venezuela. Y a las semanas ya estaba tensa la situación con la preparación para la entrada de la Ayuda Humanitaria al país.
Pero como la más poderosa industria que se mueve en la frontera es la del contrabando (combustible, alimentos, medicinas, drogas y personas, niños, mujeres y jóvenes), los grupos irregulares no la descuidan.
Es así como un metro que la guerrilla avance sobre el territorio es un metro que los paramilitares tratan de rescatar y viceversa, lo que se hace entre amenazas, armas, dinero, extorsión, asesinatos, etc.
Con la excusa de no permitir que "la planta extranjera viole territorio patrio", desde el partido de Gobierno y ante la mirada de la Fuerza Armada, llegó un número considerable de mal llamados "colectivos" y guerrilleros, que tras pasar la tensión del 23 de febrero y no permitir la entrada de la Ayuda Humanitaria, ocuparon las trochas a lo largo del territorio venezolano para cobrar desde San Antonio y Ureña el paso hacia Colombia.
A mediados de abril, a través de un mensaje grabado, un supuesto comandante (a) Car'egato corrió amenazas contra el ELN y un grupo de personas. "Con el honor y la dignidad de una gran jornada de limpieza contra el grupo de Carlos Germán Velasco Villamizar del ELN, también abarcamos a colaboradores comerciantes, mototaxis y piratas que estén de sapos colaborándole a ese grupo guerrillero", alertando que desde ese momento empieza "la limpieza".
Destacan que el Ejército de Liberación Nacional (ELN) "viene siendo financiado por el Cartel del Sol, que vienen por el Gobierno de Venezuela y piensan que aquí (en Colombia) es lo mismo que en Venezuela", por lo que les dicen que si quieren guerra, que eso tendrán.
Advierte que pelearán por su territorio cueste lo que cueste. "Si quieren plomo, plomo van a tener", dice a la vez que resalta que harán bombardeos y sicariatos. Luego menciona una lista de personas por sus alias.
La guerra empezó. La autoridades policiales y militares no intervienen, ni siquiera opinan, mientras los dos grupos colombianos se disputan el territorio venezolano.
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