El lanzamiento de la fase final de la "Operación Libertad" por parte de Juan Guaidó el pasado 30 de abril dejó una certeza: diversos funcionarios chavistas negociaron la salida de Nicolás Maduro del poder. El dictador logró permanecer en el poder porque algunos de ellos no cumplieron su palabra, según reconoció este lunes el propio Guaidó.
Otra confirmación de que los chavistas se ven cerca del precipicio la reveló el vicepresidente de la Conferencia Episcopal Venezolana, Mario Moronta, quien aseguró que en los últimos 20 días varios dirigentes consultaron por el derecho de asilo.
"Varios altos dirigentes han acudido a algunos obispos para consultarles si, en el caso de que ocurriera una situación que fuera contraria a ellos, se mantendría el derecho de asilo que universalmente se le reconoce a la Iglesia", indicó el obispo de San Cristóbal.
"La iglesia está abierta para aquellos que requieran una atención, pero no seremos alcahuetes", agregó.
Aclaró, a su vez, que para que eso suceda "se requiere que la reparación de la acción cometida implique una petición de perdón, pero de manera pública". "Ojalá que sea aquí mismo en el templo, nosotros estamos dispuestos a recibirlos, a perdonar, no estamos llamados a condenar".
Este domingo, se realizó una celebración en Táchira para condenar los daños que sufrió la iglesia Fátima el pasado 1 de mayo, cuando agentes de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) ingresaron al templo con motocicletas y lanzaron bombas lacrimógenas.
La fuerza chavista justificó su accionar al indicar que dos presuntos manifestantes se habían refugiado en la iglesia.
Al respecto, Moronta sostuvo que la Iglesia le brindará ayuda a las personas que sean atacadas y requieran atención: "Es posible que en muchas de nuestras iglesias se puedan refugiar personas perseguidas, nuestras iglesias tienen en todo el mundo derecho de asilo".
"La Iglesia va a mantener su actitud de siempre, lo ha hecho a lo largo de 20 siglos, no lo va a dejar de hacer ahora", remarcó.
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