Hasta hace unos días, era el máximo jefe del temible Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional, un puesto que, se supone, era de máxima confianza para el régimen chavista. El general Manuel Cristopher Figuera, quien presentó su renuncia y fue desplazado el martes pasado, cuando se conoció la liberación de Leopoldo López de su arresto domiciliario, reafirmó sus críticas a Nicolás Maduro y le demandó que convoque a elecciones para salir de la crisis que asfixia a Venezuela.
"Yo le propuse al Presidente, evocando nuestra historia patria, que promoviera, vía la Asamblea Constituyente, un nuevo Consejo Electoral y, en consecuencia, convocara nuevas elecciones", afirmó Figuera, según reseñó el portal venezolano AlNavío.
Desde un paradero desconocido, ante posibles represalias del régimen, Figuera desmintió a algunos medios que señalaban su posible adhesión a Juan Guaidó y su convocatoria a un levantamiento militar. Según sostuvo, pese a las críticas trazadas en su carta de renuncia, mantiene el reconocimiento al poder del dictador Maduro.
El general, además, indicó que está dispuesto a someterse a la Justicia, pero aclaró que solo lo haría bajo condiciones que garanticen un proceso justo.
En ese marco, Figuera reivindicó las tareas realizadas al frente del cuestionado Sebin. Según aseguró, desplazó a los funcionarios que extorsionaban "a los presos por razones políticas".
Además, cuestionó el retorno de Gustavo González López, personaje cercano a Diosdado Cabello, que volvió a ocupar su antiguo cargo, luego de haber sido despedido en octubre pasado por un incidente que pudo "comprometer la seguridad" de Maduro. En su renuncia, Figuera ya había criticado el "entramado del poder" que se rehúsa a dejar el mando chavista.
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