Valentín Santana, jefe del colectivo La Piedrita, establecido en la parroquia 23 de Enero, a unos metros del Palacio de Miraflores, se pronunció hoy ante el movimiento de un grupo de militares que están apoyando a Juan Guaidó, llamado Operación Libertad. "Nos tocó el momento de defender la Revolución con las armas", dijo mientras exhibía un fusil de guerra. "Aquí estoy dando la cara, sin capucha. Voy a defender a mi patria y a defender mi revolución, con esto –dijo levantando el arma-, porque esto es el sueño de mi hijo".
Grita que viva su comandante Hugo Chávez y que viva su revolución bolivariana. "Y vayan a lavarse ese paltó yankis de m…. No nos van a poder tumbar. Todos a Miraflores a defender a nuestro presidente, Nicolás Maduro".
Santana es el líder de un importante colectivo, que lleva más de dos décadas funcionando y que entró en conflicto con el poderoso grupo Los Tupamaros, que era el principal grupo colectivo del 23 de Enero. La Piedrita logró imponerse y, desde entonces, Valentín Santana ha sido un polémico dirigente, que jamás sale sin estar armado ni rodeado con hombres que portan armas de guerra.
Ha sido La Piedrita defensora de la Revolución Bolivariana, aun cuando Hugo Chávez ordenó encarcelar a Santana luego de unas polémicas declaraciones, en las que el líder del colectivo amenazaba a varias figuras públicas, entre esas, al director del canal RCTV, Marcel Granier.
Los colectivos son un poder en Venezuela y así lo han demostrado. Aun cuando el poderoso ministro de la Defensa, Vladimir Padrino López, ha dicho que la Fuerza Armada no tolerará la presencia de grupos irregulares armados, los colectivos así como otras agrupaciones siguen haciendo vida libremente en territorio venezolano y apoyando a la revolución bolivariana como grupos de choque político.
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