Una veintena de manifestantes, que dijeron representar a miles de enfermos crónicos, protestaron este lunes en las puertas de la sede en Caracas de la Cruz Roja Venezolana (CRV) para demandar celeridad en la entrega de las ayudas que reparte desde la pasada semana la institución.
Levantando carteles, y bajo la consigna "Dónde está la ayuda humanitaria que nos iban a entregar", los manifestantes se apostaron durante horas en la sede de la CRV hasta que varios voceros fueron atendidos.
"No les han llegado las medicinas", dijo decepcionada a periodistas Margot Monasterios, representante del Sindicato de Empleados del Hospital Universitario de Caracas, luego de reunirse con Hernán Bonini, uno de los responsables del organismo en Venezuela.
"Sin embargo, nos mencionó (Bonini) que el 8 de mayo llega un barco con otros equipamientos, pero que no se sabe exactamente qué es lo que va a llegar", añadió la también miembro de la Coalición Sindical Nacional (CSN).
La respuesta no satisfizo al pequeño grupo de manifestantes, cuyos integrantes continuaron exigiendo medicamentos para tratar la tensión, la diabetes o el lupus.
Venezuela, el país con las mayores reservas probadas de petróleo en el planeta, atraviesa una severa crisis que se expresa en escasez generalizada e hiperinflación.
El régimen de Nicolás Maduro negó en principio la crisis que ahora acepta, pero achaca a una supuesta "guerra económica" contra su Administración.
Desde la semana pasada, la Cruz Roja Venezolana reparte en el país parte de la ayuda humanitaria que ingresó la Federación de Sociedades de la Cruz Roja y la Medialuna Roja, pero pacientes hipertensos y glicémicos aún esperan por fármacos.
Monasterios señaló que la Cruz Roja Venezolana le informó que solo dispone, por ahora, de material quirúrgico, bidones para colectar agua y pastillas potabilizadoras.
Estos dos últimos artículos se han repartido, al menos en Caracas, aunque los voceros del CSN denunciaron malos manejos del material y solicitaron que las comunidades puedan participar en las entregas.
En ese sentido, Monasterios dijo que la Cruz Roja se está "organizando" para evitar que esta situación se repita y que lamenta "mucho" lo que ocurrió la semana pasada con los bidones, muchos de ellos ya en el mercado negro de reventas y a precios que triplican el salario mínimo de 18.000 bolívares mensuales (4,38 dólares).
(Con información de EFE)
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