Miles de venezolanos cumplieron en las calles del país la tradicional "quema de Judas" celebrada en el Domingo de Resurrección, en la que caracterizaron a muñecos con el rostro de políticos, siendo Nicolás Maduro la figura más criticada e incendiada, así como la metáfora del "apagón" que los habitantes quieren despedir.
Los muñecos fabricados con ropa vieja y rellenos de tela son tradicionalmente quemados al cierre de la celebración de la Semana Santa, para manifestar el rechazo popular hacia algún personaje que se considera un "traidor".
En la zona de Chacao, de un monigote pendían fotocopias con los rostros de Nicolás Maduro, y su esposa Cilia Flores, además de Diosdado Cabello, número dos del oficialismo, y varios ministros.
Son "los rostros de las autoridades que se han burlado del pueblo en todas sus expresiones", manifestó Pilar Gutiérrez, a cargo de la iniciativa. Mientras el gran muñeco se consumía, otra vecina gritaba: "Al que hay que quemar es al de verdad allá en Miraflores", en alusión al palacio presidencial.
"¿Por qué decidimos quemar a Vladimir Padrino? Porque él es el que mantiene a la Fuerza Armada Nacional manteniendo a Nicolás Maduro en el poder", dijo el dirigente Carlos Julio Rojas.
Cada Domingo de Resurrección en Venezuela, es una popular tradición la quema de Judas.
Hoy los venezolanos sabemos quién será el "Judas" más quemado en todo nuestro país, el traidor más grande de la historia de Venezuela, que sumió nuestra patria en la tragedia que hoy vivimos.
— Juan Guaidó (@jguaido) April 21, 2019
"Hoy los venezolanos sabemos quién será el 'Judas' más quemado en todo nuestro país, el traidor más grande de la historia de Venezuela, que sumió a nuestra patria en la tragedia que hoy vivimos", expresó Juan Guaidó, proclamado presidente encargado en desafío al régimen chavista.
A veces los monigotes representan situaciones que se pretenden conjurar al convertirlos en cenizas. Con una antorcha, residentes de El Cementerio (oeste de Caracas) prendieron fuego a un enorme muñeco que bautizaron "El Apagón", al que previamente colgaron de una horca en medio de la calle y rociaron con combustible.
El 7 de marzo el país quedó a oscuras por un apagón que se extendió por cinco días y que afectó los servicios hospitalarios, el transporte y el suministro de agua. Desde entonces han seguido ocurriendo cortes de luz y algunas regiones, sobre todo en el occidente del país, disponen de pocas horas de electricidad por día.
El sector salud también se unió a la tradicional "quema de Judas" para incinerar un muñeco de Maduro, a quien responsabilizan por la crisis en esta materia, pues en el país existe escasez de medicinas y materiales médicos.
"El instituto (del Seguro Social) todos los días de la mano al paciente le dice: no hay, no ha llegado su medicamento, estamos hablando de pacientes que todos los días se ven en la necesidad y en el llanto de no tener acceso a un medicamento por culpa de un usurpador", dijo la doctora Hilda Rubí González.
Estudiantes del Sector Salud, acompañados de médicos y enfermeros de Caracas realizaron la quema de Judas en representación de Nicolás Maduro.pic.twitter.com/ByOhnDP2FY
— Noticiero52 (@Noticiero52) April 21, 2019
Claramente caracterizado por sus cabellos amarillos, Trump fue también presa de las llamas en varios barrios de la capital. En una de las escenificaciones, en el bulevar de Sabana Grande, su monigote se acompañaba del de un Guaidó de espaldas, semiagachado y con el pantalón abajo.
La tradición de quemar a Judas en Venezuela se remonta a los tiempos de la conquista en 1499 con el italiano Américo Vespucio, de quien se hizo un muñeco, que fue sacrificado, por engañar a los indígenas de Cumaná, oriente del país.
(Con información de EFE y AFP)
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