El Grupo de Lima exhortó este lunes a Naciones Unidas a "tomar acciones" para evitar el avance de la crisis política y económica en Venezuela, en un nuevo intento de elevar la presión internacional sobre el régimen de Nicolás Maduro.
Al final de una reunión en Santiago, once países miembros del Grupo -creado en 2017 para abordar exclusivamente la situación en Venezuela- emitieron una declaración en la que "exhortan al secretario general de Naciones Unidas, la Asamblea General y al Consejo de Seguridad a tomar acciones para evitar el progresivo deterioro de la paz y la seguridad y a brindar urgente asistencia humanitaria a la población de migrantes procedentes de Venezuela".
La declaración fue firmada por los gobiernos de Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, Panamá, Paraguay y Perú. Guyana y Santa Lucía, miembros también del Grupo y cuyos representantes participaron de la reunión, no aparecen mencionados en la declaración, leída por el canciller chileno Roberto Ampuero ante la prensa, sin aceptar preguntas.
Un representante del jefe parlamentario opositor Juan Guaidó, reconocido por 50 países como presidente encargado de Venezuela, también suscribió el texto.
Estados Unidos anunció la semana pasada que presentará un proyecto de resolución ante los 193 países de la Asamblea General de la ONU -donde no se aplica el veto- para que Guaidó sea reconocido como presidente interino. Washington presentó en febrero una resolución ante el Consejo de Seguridad de la ONU para restaurar la democracia en Venezuela y para que el gobierno de Maduro permitiera el ingreso de ayuda humanitaria al país, pero el texto no fue aprobado por falta de apoyo de Rusia y China, aliados a Maduro.
La declaración de Santiago llama también a Rusia, China, Cuba y Turquía a "favorecer el proceso de transición y restablecimiento de la democracia", advirtiendo sobre el "impacto negativo que su apoyo al régimen ilegítimo de Maduro causa a nuestra región".
Asimismo llama al Sistema Interamericano de Derechos Humanos y al Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas "a dar atención prioritaria a la situación en Venezuela", demandando "la liberación inmediata de los presos políticos y el cese de las prácticas de detención arbitraria, tortura y la acción violenta de los grupos paramilitares".
Por otra parte, "rechazan cualquier amenaza o curso de acción que implique una intervención militar en Venezuela, condenan la injerencia extranjera en ese país y demandan el retiro inmediato de los servicios de inteligencia, seguridad y fuerzas militares que se han desplegado en ese país sin amparo en la Constitución venezolana", en referencia a la presencia rusa.
Subir la presión
Las medidas buscan subir la presión sobre Maduro, ante el empeoramiento de la situación económica y política en la nación caribeña y el impacto de la migración de más de 3 millones de venezolanos, según últimos datos de ONU.
Este lunes Canadá anunció nuevas sanciones contra el gobierno de Maduro, al congelar activos y prohibir transacciones contra 43 personas "responsables del deterioro de la situación en Venezuela".
La lista incluye al canciller venezolano, Jorge Arreaza, y otros altos funcionarios, como los ministros de Economía, Simón Zerpa, y de Petróleo, Manuel Quevedo, también presidente de la estatal petrolera PDVSA.
La reunión de Santiago tenía, además, como fin "hacer todo lo posible para que ingrese la ayuda humanitaria" a Venezuela, afectada por frecuentes apagones y cortes de agua, y escasez de productos de todo tipo, señaló el presidente chileno Sebastián Piñera.
Según el mandatario, también buscaba ampliar el Grupo de Lima "y buscar más coordinación y más unidad" con el Grupo de Contacto Internacional sobre Venezuela (GCI), una reciente iniciativa que incluye a países de la Unión Europea.
En calidad de observadores, a la cita acudieron un representante de Ecuador y uno de la Unión Europea, ambos integrantes del GCI, del cual también forman parte Uruguay, Costa Rica y Bolivia.
Chile había hecho ya un primer acercamiento mediante su canciller, quien participó de la última reunión del GCI en Ecuador en marzo.
Según Ampuero, se seguirán "buscando convergencias con otros actores de la política internacional que están interesados también en el restablecimiento de la democracia en Venezuela".
Salida pacífica
Ampuero reafirmó la posición "muy clara" del Grupo de Lima "respecto a que busca una solución democrática, una solución política, una solución no violenta para la tragedia" en Venezuela, en momentos en que Washington, aliado del grupo, no descarta una acción militar.
El domingo, tras una gira por Chile, Paraguay y Perú, el jefe de la diplomacia estadounidense, Mike Pompeo, lanzó una nueva descarga de críticas y amenazas contra el gobierno de Maduro, pidiendo que se reabra la frontera con Colombia para que los venezolanos puedan recibir ayuda esencial.
"Maduro debe saber que estamos vigilando y nuestro apoyo no va a flaquear. Los actores democráticos en Venezuela no serán disuadidos", dijo Pompeo.
Con información de AFP
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