Conforme Nicolás Maduro intensifica su búsqueda de efectivo en el extranjero, otra puerta se ha cerrado para el presidente venezolano.
El Fondo Monetario Internacional ha suspendido el acceso de Maduro a casi US$400 millones de Derechos Especiales de Giro, citando el caos político, dijeron dos personas familiarizadas con el asunto. Venezuela ya ha reducido sus reservas de DEG desde los casi US$1.000 millones en marzo de 2018.
La medida de precaución del FMI supone un fracaso, al menos temporal, para el gobierno de Maduro, que quiere utilizar fondos que tiene en el extranjero para evitar un colapso económico devastador, el cual podría socavar el apoyo clave de los principales comandantes militares. Los DEG son una de las últimas fuentes de efectivo restantes del régimen. Casi dos tercios de las reservas extranjeras de US$9.000 millones de Venezuela se encuentran en forma de oro, las cuales resultan difíciles de liquidar debido a las sanciones de Estados Unidos.
Un portavoz del FMI, Raphael Anspach, dijo que no podía comentar sobre el estado de los DEG, cuyo valor se fija frente a un conjunto de cinco monedas mundiales, y que se establecieron en la década de 1970 como protección frente a un exceso de confianza en el oro o el dólar estadounidense. Venezuela ha usado los DEG históricamente para reforzar sus reservas, que han disminuido a casi los niveles más bajos en décadas.
El Ministerio de Hacienda de Venezuela rehusó hacer comentarios. La portavoz del banco central, Yosendy Chirguita, no respondió a llamadas y correos electrónicos en busca de comentarios.
El bando de Guaidó casi ha declarado la victoria en la batalla sobre el acceso a los DEG. Ricardo Hausmann, profesor de Harvard y asesor económico de Guaidó, dijo que el FMI está protegiendo los activos hasta que un nuevo gobierno asuma el control. "Esos fondos estarán disponibles cuando termine esta usurpación", dijo en una entrevista en la sede de Bloomberg en Nueva York.
No está claro si el FMI reconoce formalmente a Guaidó como líder de Venezuela. Según las reglas del fondo, un gobierno debe ser reconocido por una mayoría de los países miembros para poder acceder a sus reservas DEG. Ni Maduro ni Guaidó han logrado el apoyo necesario, dijeron las personas, que hablaron bajo condición de anonimato porque no están autorizadas para hacer comentarios públicos.
A finales de enero, el Banco de Inglaterra bloqueó el intento de Maduro de sacar US$1.200 millones de oro de sus bóvedas, mientras que el gobierno de Trump entregó el control de las principales cuentas bancarias de Venezuela en Estados Unidos a Guaidó. En su página web, el FMI menciona al ministro de Finanzas de Maduro, Simón Zerpa, como representante de Venezuela. El Banco Interamericano de Desarrollo, por el contrario, ha reconocido a Guaidó y nombra a Hausmann como delegado oficial de Venezuela, según consta en su sitio web.
El limbo recuerda a la crisis de Honduras hace diez años. En aquel entonces, el FMI reconocía el gobierno del presidente Manuel Zelaya, a quien los militares obligaron a exiliarse a punta de pistola. Como resultado, el gobierno interino no pudo acceder de inmediato a los US$163 millones en DEG hondureños para aumentar sus reservas.
La relación de Venezuela con el FMI ha sido polémica durante mucho tiempo. En 2007, el entonces presidente Hugo Chávez prometió cortar lazos con el fondo. Ese plan nunca se llevó a cabo porque hacerlo suponía un riesgo de un default técnico en el que los inversionistas podían exigir el reembolso inmediato de algunos bonos. Desde entonces, Venezuela ha incumplido pagos por más de US$10.000 millones.
Fuente: Bloomberg