La crisis llegó a tal punto que ya millones de venezolanos reclaman a viva voz la aplicación del artículo 187 inciso 11, que autoriza a la oposición a pedir una intervención de fuerzas militares extranjeras. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, repite una y otra vez que "todas las opciones están sobre la mesa". Ninguna acción está descartada para la Casa Blanca.
Sin embargo, la gran mayoría de los países que ha reconocido a Juan Guaidó como presidente interino -entre ellos las naciones que conforman el Grupo de Lima y la Unión Europea- se ha manifestado en contra del uso de la fuerza.
En un reciente artículo publicado en Foreign Affairs, Frank Mora, ex susecretario de Defensa para América Latina de la gestión de Barack Obama, explicó los distintos escenarios de cómo sería una intervención en territorio venezolano.
Director del Centro Latinoamericano y del Caribe Kimberly Green (LACC, por sus siglas en inglés), Mora dialogó con Infobae sobre la cada vez más tensa situación en el país caribeño.
Explicó los motivos políticos y militares por los que considera poco probable el uso de la fuerza y opinó, incluso, que aunque el régimen de Nicolás Maduro mantenga la persecución y represión contra el pueblo venezolano no cambiará el cálculo del gobierno de Trump, "más allá del discurso".
Sobre la solución al conflicto, fue enfático: "El futuro de Venezuela está en manos de los venezolanos (…) Esto se tiene que ganar en las calles, ahí está la salida".
Mora también hizo referencia a la influencia de Rusia y Cuba, aliados de la dictadura chavista.
-Ciertos sectores de la oposición venezolana reclaman la aplicación del artículo 187, cuyo inciso 11 autoriza a pedir la intervención de fuerzas militares extranjeras. ¿Considera que son altas las probabilidades de una incursión militar en Venezuela?
-Yo creo que las probabilidades son bastante bajas. No diría cero, pero son muy bajas. Mucho menores de lo que piensan muchas personas, sobre todo en la comunidad venezolana. ¿Y por qué? Primero, el presidente Trump ha sido bastante consecuente en algo. Lo dijo en el último discurso del Estado de la Unión, donde dijo que él de ninguna manera va a desplegar nuestras tropas sin aventuras militares como hemos visto anteriormente, y que lo que él quiere es que regresen todas nuestras fuerzas a Estados Unidos. Él ha sido, en su discurso de comienzo de campaña, un no intervencionista en temas militares. Mucha gente que lo apoya a él políticamente, los que votaron por él, lo votaron también por esa razón, en algo en lo que ha sido bastante consecuente. Entonces lo que yo digo es que la política de "America first" no coincide con la idea de una intervención militar en Venezuela. Hay una contradicción entre el lema y el discurso del presidente, y la idea de intervenir un país sudamericano.
-Entonces cuando Trump reitera una y otra vez que todas las opciones están sobre la mesa, ¿usted piensa que es más una carta de presión que una amenaza real?
-Si, yo creo que hasta ahora parece que ha sido una especie de "bluff" (engaño). No creo que sea una postura seria eso de "todas las opciones". Además, el presidente no ha comenzado un proceso, un debate con el pueblo americano, para explicarle por qué una intervención militar en Venezuela es importante. Yo suelo decir que, más allá de la comunidad venezolana aquí en Miami, la gente en el país no está hablando de Venezuela. No hay ningún debate. No saben ni dónde está Venezuela. Entonces la idea de que el presidente va a enviar tropas, a los soldados de Iowa, Nebraska, a intervenir Venezuela… políticamente para mí no tiene sentido. Y es por eso que yo creo que son muy pocas las posibilidades. Además, lo difícil que es una intervención desde el punto de vista militar, lo hace también menos posible. Especialmente si consideras que las Fuerzas Armadas de EEUU y el Pentágono están mucho más preocupados con el Medio Oriente, con Asia, con Corea del Norte, con los rusos, etcétera. Esto sería algo que quite la atención y los recursos de esos escenarios de conflicto que son mucho más serios.
-Desde que Juan Guaidó asumió como presidente interino, a pesar de la presión interna y externa, Nicolás Maduro recrudeció la persecución y represión contra la oposición y contra el propio pueblo venezolano. ¿Cree que el dictador está forzando una intervención de EEUU en Venezuela o tal vez probando si realmente Trump es capaz de impulsar una acción militar?
-Ellos están asesorados por los cubanos, y los cubanos han lidiado con Estados Unidos por mucho tiempo. Ellos [los cubanos] saben cuáles son las líneas rojas de verdad. Una línea roja sería, por ejemplo, tomar la embajada americana. Eso ya sería otra cosa. O empezar a matar y detener a ciudadanos americanos en Venezuela. Eso cambia la dinámica. Pero reprimiendo al pueblo venezolano o a individuos cercanos a Guaidó no creo que cambie el cálculo de Trump o Estados Unidos, más allá del discurso.
-En caso de haber una intervención militar, ¿cuáles serían los papeles de Rusia y Cuba? Ya es probada la existencia de agentes cubanos, ¿pero también podríamos esperar la presencia de tropas rusas?
-La presencia militar de Rusia es mínima. Lo que haría es meterse en su embajada o mantener un perfil bajo y no entrar en conflicto con EEUU porque no tienen la capacidad. Y tampoco Rusia va a mandar tropas para un conflicto. Eso no tiene sentido. En cuanto a los cubanos, sí hay más presencia de ellos. Pero creo que harían más o menos lo mismo. Si EEUU va a entrar en una intervención militar serían unas 150-200 mil fuerzas de tropas en el país, y no creo que ningún cubano vaya a suicidarse. Pero indiscutiblemente tienen influencia los cubanos en mantener, en sostener al régimen de Maduro, de eso sí no hay duda alguna. En caso de una intervención, no creo que tengan un rol importante.
-La semana pasada Elliott Abrams comentó que durante una reunión que mantuvo con el viceministro de Exteriores ruso, Serguéi Riabkov, le planteó al representante de Vladimir Putin que Moscú no recuperaría sus inversiones en Venezuela si Maduro sigue en el poder. Teniendo en cuenta las grandes deudas que sostiene Caracas con el Kremlin, y la cada vez menor productividad petrolera de PDVSA, ¿el apoyo que proporciona Rusia a la dictadura chavista sigue siendo económico o es meramente estratégico contra EEUU?
-Yo creo que es un apoyo estratégico. Sí hay intereses económicos, no hay que subestimar esto, pero mucho más que eso la política de Rusia es crear caos, generar incertidumbre. Para decirlo coloquialmente: para joder los intereses de Estados Unidos en la región. Y lo hace no sólo en América Latina, también lo está haciendo en otros lugares. Interrumpir, destruir, desmantelar las alianzas, las instituciones internacionales, los intereses de Estados Unidos, sin entrar en un conflicto directamente con Estados Unidos. Hacerlo a través de lo que hacen en Venezuela a través de sus intervenciones cibernéticas, el poder agudo que utiliza con la propaganda y los medios de comunicación. A través de esos mecanismos es que Rusia trata de socavar los intereses, crear el caso… Esas creo que son las razones geopolíticas. Pero como dije anteriormente, no debemos subestimar los intereses económicos, que sí se han acumulado en los últimos años.
-Tanto el Grupo de Lima como la Unión Europea se han mostrado en contra de una intervención militar. Las presiones siguen aumentando pero Maduro se mantiene en el poder. ¿Considera que se puede ir por la vía diplomática? Incluso en los últimos días se especuló mucho con el viaje de Rodríguez Zapatero a Caracas, y se habló de la posibilidad de un exilio en España. ¿Ve factible este escenario?
-La situación está tan incierta, tan volátil, tan insegura, que cualquier cosa puede pasar en Venezuela. No debemos descartar eso. Yo creo que la salida es una salida política en el sentido de las presiones internacionales, el aislamiento internacional, las sanciones económicas, muchas de las cuales no han comenzado a sentirse todavía. Creo que Guaidó y la oposición tienen que mantener, quizá hasta fortalecer, las presiones internas políticas, a través de las manifestaciones, enfrentamientos con la dictadura. El futuro de Venezuela está en manos de los venezolanos. El apoyo internacional, las presiones internacionales, son necesarias, pero no suficiente. Esto se tiene que ganar en las calles de Venezuela, y ahí está la salida. Uno se puede imaginar a Maduro y compañía tomando todos los recursos que se han robado del país y llevándoselo para España, Turquía, o algún país, pero es impresionante que ellos, a pesar de las condiciones en las que se encuentra el país, se niegan a ceder en casi nada.
-En caso de caer Maduro, ¿cómo afectaría esto en Cuba y Nicaragua?
-En Cuba va a tener un impacto importante. Cuba recibe, difícil saber los cálculos exactamente, pero entre 30 y 45 mil barriles de petróleo al día, en momentos en que la economía cubana tiene serios problemas de liquidez. La crisis económica en Cuba se ha profundizado; hemos vuelto a ver la escasez de materiales que habíamos visto anteriormente en Cuba y te imaginas si de pronto 30-40 mil barriles desaparecen. Hay un economista cubano, de apellido Vidal, que dice que puede tener un impacto del PIB de casi 8% sobre la economía cubana. Entonces Cuba tiene mucho por perder, en términos económicos. En Nicaragua la ayuda económica ya terminó. La compañía Albanisa, que recibía subsidios de Venezuela, ya terminó. Pero desde el punto de vista político sí puede tener un impacto, de que un gobierno bolivariano cae y la oposición de Nicaragua ve eso y puede pensar que puede hacer lo mismo, y Ortega puede sentir que su situación es muy precaria, en luz de lo que pasó, o mejor dicho puede pasar, en Venezuela. Pero no sería tan fácil repetir lo de Venezuela en Cuba y Nicaragua.
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