El Grupo de Contacto Internacional (GCI) sobre Venezuela, impulsado por la Unión Europea (UE) con países del bloque y latinoamericanos, se reunirá el 28 de marzo en Quito, anunció este lunes el canciller portugués, Augusto Santos Silva.
"La próxima reunión del Grupo de Contacto a nivel ministerial está prevista para el día 28 de marzo en la capital de Ecuador", indicó en rueda de prensa, tras reunirse con sus pares en Bruselas.
El nuevo encuentro a nivel ministerial tendrá lugar a unos 40 días de que expire el plazo que se dieron el 7 de febrero en Montevideo para lograr elecciones presidenciales en Venezuela.
La jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, confirmó que abordaron la situación en Venezuela también con el canciller chino, Wang Yi, en Bruselas, con quien mantienen diferencias sobre el reclamo de elecciones presidenciales.
"También tenemos algunas convergencias" sobre que la salida a la crisis debe ser "pacífica", agregó Mogherini, quien expresó de nuevo su preocupación por la situación humanitaria en el país, un tema que abordará el GCI en Ecuador.
En Montevideo, los cancilleres de la UE, España, Portugal, Italia, Alemania, Reino Unido, Francia, Países Bajos y Suecia, así como Uruguay, Ecuador, Costa Rica y Bolivia, también acordaron trabajar sobre la ayuda humanitaria.
Tras el envío de una misión técnica el 21 y 22 de febrero a Venezuela, que conversó con el canciller Jorge Arreaza, con la oposición y miembros de la sociedad civil, este segundo objetivo parece ser el único que avanza.
"El GCI estudia la posibilidad de establecer un mecanismo internacional de coordinación y prestación de ayuda humanitaria en Venezuela en estrecha cooperación con la ONU", adelantó el martes el comisario europeo Neven Mimica.
Para el responsable europeo de Cooperación Internacional y Desarrollo, "actores independientes bajo el liderazgo de Naciones Unidas" deben distribuir la ayuda, que debe ser "imparcial" y "despolitizada".
Venezuela se encuentra sumida en una profunda crisis política, económica y humanitaria que se agravó con la autoproclamación en enero del opositor Juan Guaidó como presidente encargado del país, a quien reconocieron unos 50 países.
Para la UE, que no reconoce la legitimidad de los comicios de mayo que llevaron a Nicolás Maduro a asumir un segundo mandato, la solución pasa por otra elección presidencial "libre, justa, inclusiva y transparente".
Con información de AFP
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