Los intentos de saqueo en Venezuela se intensificaron este fin de semana, en medio del prologando apagón, el más largo de la historia del país, que ha agravado el desabastecimiento de productos de primera necesidad y dificulta la conservación de los alimentos.
Algunos robos organizados se registraron en el este de Caracas, donde decenas de ciudadanos se intentaron llevar algunos alimentos y artículos de higiene personal, según testigos de la agencia Reuters, mientras que medios locales informan que los intentos se reproducen en varias zonas del país.
Muchos de los productos estaban a punto de echarse a perder, ante la falta de refrigeración por el corte de energía, persistente desde la tarde del jueves.
Sin embargo, unas 40 personas que llevaban los productos tomados de los comercios fueron detenidas por los cuerpos policiales.
Adelmary Lira, de 23 años, esposa de Ever Soto, uno de los detenidos, dijo "estamos pasando hambre, yo tengo un bebé de un mes como no es justo que mis hijos tengan que estar pasando necesidad sin leche, sin pañales y sin ropa. Este gobierno nos tiene en la quiebra, nos tiene horrible".
El ministro de Defensa, el general Vladimir Padrino, aseguró que militares realizan un "patrullaje activo" y pidió "calma" para evitar la violencia, mientras que otras autoridades aseguraron que hay cerca de 500 detenidos.
Admitiendo la gravedad de la emergencia, que atribuye a un "sabotaje" de Estados Unidos y la oposición para derrocarlo, Nicolás Maduro anunció que este lunes comenzará una distribución masiva de alimentos, agua y gasolina, y ordenó asistencia especial a hospitales.
Además, el apagón también ha afectado al suministro de agua, un recurso ya escaso, y ante ello muchos venezolanos han acudido a ríos o a los chorros de manantiales en los cerros para llenar bidones o bañarse.
La crisis ha sido aprovechada por algunos para hacer dinero extra. En el sector acomodado de El Cafetal, en Caracas, un camión vende pequeñas bolsas de hielo a tres dólares, que vecinos como María Ribas pagan con remesas que les envían familiares desde el exterior. Unos 2,7 millones de venezolanos salieron del país desde 2015, según la ONU.
Otros, como María Mendoza, se apresuran a vender papayas y sandías que en breve se dañarán. Resigna la ganancia y las da al costo, "al menos para no perder toda la inversión".
(Con información de Reuters y EFE)
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