Sin luz, agua, incomunicados, los venezolanos cumplen este domingo tres días de un apagón sin precedentes que ya dejó 17 pacientes muertos y amenaza con prolongarse indefinidamente, aumentando las angustias que padecen por la severa crisis política y económica que golpea al país petrolero.
La suspensión masiva del servicio eléctrico, la peor registrada en la historia de este país de 30 millones de habitantes, comenzó el jueves a las 16.53 locales (20.53 GMT), tomando ribetes dramáticos: los fallecidos son enfermos renales que no pudieron recibir diálisis, según la ONG Codevida.
En algunas zonas de la capital y de otras grandes ciudades del país regresaba el servicio eléctrico a primeras horas del domingo, pero expertos advertían del riesgo de nuevos apagones, tal como ocurrió horas atrás.
Si bien el suministro se reanudó el viernes en partes de Caracas y otras localidades, se volvió a cortar la luz el mediodía del sábado en casi todo el país. "Un segundo megaapagón ocurrió ayer al mediodía porque no habían resuelto la verdadera falla adecuadamente", dijo el especialista José Aguilar. "Tuvieron que partir de cero otra vez", agregó.
Los hospitales que tienen generadores de energía los usan para emergencias. "Esto ha sido horrible. Todo oscuro. Solo funcionan algunas áreas con una planta eléctrica que llevaron porque la del hospital no funcionó", dijo a AFP Sol Dos Santos, de 22 años, quien tiene a su niña hospitalizada en Caracas.
El país está prácticamente paralizado con negocios cerrados y poco transporte, sin actividades laborales ni escolares. Entre la población, la preocupación aumenta porque la comida empieza a dañarse y el agua escasea.
"He pasado tres noches de mucha angustia. Estoy muy nerviosa porque esta situación no se resuelve, la poca comida que tenemos en la nevera se nos va a echar a perder. ¿Hasta cuándo vamos a soportar esto?", declaró a la AFP Francisca Rojas, una jubilada de 62 años que vive en el este de Caracas.
La crisis energética se convirtió en el nuevo pulso por el poder entre el presidente Nicolás Maduro y el líder opositor Juan Guaidó, jefe parlamentario reconocido por más de 50 países como presidente interino de Venezuela.
Maduro denunció "ataques electromagnéticos" al "cerebro" de la hidroeléctrica de Guri, ubicada en el estado Bolívar (sur), la mayor de Venezuela y la segunda de América Latina, después de Itaipú (Brasil-Paraguay).
Guaidó y expertos responsabilizan al gobierno por falta de inversiones y mantenimiento, y por la corrupción, ante recurrentes interrupciones del servicio eléctrico, principalmente en el interior del país, pero las autoridades denuncian constantes actos de "sabotaje".
Los expertos consultados creen que la falla se originó en las líneas de transmisión que transportan energía desde las plantas hidroeléctricas al sur venezolano y el régimen cuenta con equipos precarios y poco personal para enfrentar la emergencia. "Se puede inferir por la tardanza y las consecuencias de la falla que fue un problema en las líneas que salen de Guri y no en la central como tal", apuntó Miguel Lara, un ingeniero eléctrico y ex presidente de una oficina estatal responsable de la operación del sistema eléctrico.
– De mal en peor –
La descomunal falla eléctrica viene a castigar aún más a una población que sufre por la escasez de medicinas y alimentos, y la hiperinflación.
"Cada día peor. Tenemos los peores servicios del mundo: sin luz, sin agua, a veces sin gas", dijo a la AFP Edward Cazano, de 20 años, quien vive con su madre y tres hermanos en el barrio popular caraqueño de Pinto Salinas.
Muchos supermercados están cerrados porque no disponen de plantas generadoras. Nadie puede retirar dinero de los cajeros ni usar ningún tipo de tarjetas, en un país donde las transacciones electrónicas son vitales incluso para operaciones pequeñas porque no hay dinero en efectivo.
En las principales vías de Caracas, había más tráfico del habitual para un día domingo. Muchos conductores hacían filas en las pocas bombas de gasolina que reanudaban operaciones al regresar la electricidad y otros se detenían en medio de algunas vías donde sí funcionaban los teléfonos móviles.
El servicio subterráneo Metro de Caracas seguía sin funcionar, y casi ningún transporte público operaba en la ciudad, dificultando la comunicación en la capital, donde pocas emisoras de radio podían transmitir información usando plantas eléctricas.
En un país con un éxodo de 2,7 millones de venezolanos desde 2015 según la ONU, la incomunicación es angustiante. Intentando captar señal de sus teléfonos móviles, muchos autos se estacionan al borde de la autopista Francisco Fajardo, la principal de Caracas, donde hay repetidores cerca.
"Tengo a mi hijo a y mi hermano fuera de Venezuela, y quieren saber de nosotros. Además, quiero ver noticias", declaró a AFP la joven Bernardette Ramírez.
Decenas de personas están aún varadas en el aeropuerto internacional de Maiquetía por la suspensión de varios vuelos.
"El aeropuerto no tiene ni agua. He ido tres veces a ver si sale mi vuelo. Voy a Miami porque mi hermano sufrió un accidente, pero vuelvo. Estas vainas no me van a joder. Antes que yo me vaya de este país van a salir esos carajos (en referencia al chavismo)", aseguró Rossy Fernández, de 62 años, quien vive en el este de Caracas.
– Sin solución a la vista –
El servicio ha sido restablecido durante apenas algunas horas en estos tres días. Según la empresa eléctrica Corpoelec, el 40% de Caracas tiene luz. El corte afecta a la capital y 22 de los 23 estados del país.
En su primera aparición pública desde el comienzo del apagón, Maduro dijo el sábado ante una multitud de seguidores en Caracas que se había avanzado en la reconexión de casi un 70% del país, pero otro ataque -dijo- "tumbó todo lo logrado".
Ante la prolongación de la crisis, el presidente socialista anunció la distribución de alimentos subsidiados en barrios populares, agua y asistencia a hospitales.
Reforzando su ofensiva en esta crisis energética, Guaidó anunció el sábado, ante miles de seguidores, una gira nacional con diputados para definir la fecha de una movilización hacia Caracas.
Guaidó reiteró también estar dispuesto a autorizar la acción de una fuerza extranjera, al asegurar que "todas las opciones están sobre la mesa", como lo ha dicho Estados Unidos sobre el eventual uso de una acción militar en Venezuela.
El ministro de Comunicación, Jorge Rodríguez anunció que Venezuela denunciará a Estados Unidos, una vez más, por el apagón y presentará las "pruebas del sabotaje" a una misión de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU que llegará este domingo al país.
(Con información de AFP y Reuters)
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