Christoph Heusgen, embajador de Alemania ante las Naciones Unidas, declaró este martes en la reunión del Consejo de Seguridad que la crisis política, económica y social en Venezuela "es una amenaza para la paz y la seguridad internacional".
Heusgen argumentó su posición considerando que hay 3,4 millones de refugiados que han salido de Venezuela y viven ahora en diversos países de Sudamérica, generando inestabilidad en la región.
Según mostró la transmisión en vivo de la cumbre en Washington, cuando el diplomático alemán hizo este comentario, el canciller venezolano -Jorge Arreaza- se quitó los auriculares y dejó de escuchar esa intervención en la mesa redonda. Luego, el enviado del gobierno de Sudáfrica hizo un gesto con sus manos para que Heusgen cambiara de tema y esto hizo reir a Arreaza.
"Y nos parece que la violación de los derechos humanos en Venezuela no es una cuestión interna. Cito la declaración de derechos humanos de que se deben mantener ciertos estándares para todos los pueblos, y apoyamos que los derechos humanos son algo muy importante, que se deben respetar", agregó Heusgen. Y concluyó: "En Venezuela se están violando los derechos humanos y por eso debemos intervenir".
"Hay que permitir que la ayuda humanitaria ingrese al país", coincidieron ocho países europeos, incluidos cinco que integran el Consejo de Seguridad (Alemania, el Reino Unido, Francia, Bélgica y Polonia), en una declaración divulgada este martes.
Los europeos también llamaron a organizar elecciones presidenciales "libres, transparentes y creíbles" en Venezuela, y pidieron evitar el recurso a la fuerza.
En Bogotá, el vicepresidente estadounidense Mike Pence se reunió con el opositor venezolano Juan Guaidó, reconocido como presidente interino por Estados Unidos y medio centenar de países, y quien también asistió a la reunión del Grupo de Lima en Bogotá. Y le dio un fuerte espaldarazo: "Estamos con usted 100%".
Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela (Parlamento, de mayoría opositora), anunció que regresará a Venezuela esta semana, tras haber burlado una orden de la justicia que le impedía salir del país. "Mi deber es estar en Caracas a pesar de los riesgos", dijo este martes desde Bogotá.
Estados Unidos y Colombia dijeron estar seriamente preocupados por la seguridad de Guaidó cuando regrese a Venezuela.
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