La oposición antichavista que responde al presidente Juan Guaidó trazó este mediodía en la capital norteamericana una hoja de ruta para su consolidación diplomática y denunció un "fraude millonario" por parte del régimen de Nicolás Maduro mediante trámites consulares que se cobran pero no se cumplen e intentos reiterados de venta de los activos del Estado venezolano en Estados Unidos.
"Se quedan con el dinero sin ofrecer ningún servicio", afirmó Carlos Vecchio, flamante embajador de Venezuela ante la Casa Blanca. Alertó que esta situación ya afectó a unas 3.000 personas que pagaron por la renovación o entrega de un pasaporte u otro trámite consular, pero no obtuvieron la contraprestación. El universo de venezolanos en Estados Unidos se estima en unas 350.000 personas, a los que el diplomático hizo un llamado a "no caer en la trampa" del régimen. "Se están robando su dinero", alertó.
A la vez, el funcionario del nuevo gobierno de Guaidó afirmó que el gobierno chavista intentó vender varios inmuebles en Estados Unidos, como el consulado en Nueva York y la agregaduría militar en Washington, cosa que se pudo evitar. Esas propiedades, que son sólo dos de las ocho que el Estado de Venezuela tiene en Estados Unidos, tienen ahora "prohibición de venta", detalló.
Las cuentas bancarias de los consulados y de la embajada "están ahora congeladas", dijo Vecchio. Según enfatizó el ministro consejero de la embajada en Washington, Gustavo Marcano, "ese dinero ya no será despilfarrado por el narco régimen".
Marcano afirmó además que ya son 11 de 56 los funcionarios de las sedes diplomáticas venezolanas en Estdos Unidos que "reconocieron al presidente interino Guaidó". Sostuvo que "vendrán más y todos serán acogidos por el gobierno constitucional".
"Estamos trabajando en la recuperación de la red consular, que había sido desmantelada, se llevaron los pasaportes en trámite, se llevaron el dinero, las etiquetas de visas y desmontaron los enlaces con los registros en Venezuela", señaló Marcano.
Vecchio y Marcano hicieron su denuncia durante una conferencia de prensa que ofrecieron este mediodía en la capital norteamericana, junto al representante especial ante la OEA, Gustavo Tarre Briceño. El eje de la presentación fue el "primer informe del servicio diplomático y consular" de la representación en Estados Unidos, en el que además se detallaron los próximos pasos para normalizar la situación.
El primer paso contempla "establecer las urgencias" de los venezolanos residentes en Estados Unidos. Luego de ese diagnóstico se designarán nuevos representantes en las distintas reparticiones, algo sujeto a que se logre el control efectivo de las sedes consulares, que son 7 en total, y de la embajada en la capital estadounidense.
Vecchio y Tarre Briceño llevan adelante desde hace un mes una intensa actividad diplomática en Estados Unidos, con el objetivo de apuntalar desde Washington al gobierno interino de Juan Guaidó y sumar apoyo a la presión que buena parte de la comunidad internacional ejerce sobre el régimen de Maduro.
Esa presión internacional es una de las tres patas sobre las que se apoya la estrategia opositora para avanzar en la transición democrática en Venezuela. Las otras dos son la contención de la crisis humanitaria, con epicentro en la localidad colombiana de Cúcuta, junto a la frontera, y la planificación del día después. Es decir, la coordinación de esfuerzos para garantizar la gobernabilidad tras una eventual salida de Maduro del poder.
Estados Unidos fue uno de los primeros países en defender la legitimidad de Guaidó cuando el 23 de enero asumió la presidencia por encargo de la Asamblea Nacional. Días después, el 27 de enero, la Casa Blanca reconoció a Vecchio como encargado de negocios y virtual embajador de Venezuela, un cargo que había quedado vacante en medio del deterioro del vínculo bilateral con el gobierno de Caracas y la ruptura final de relaciones.
En el caso de Tarre Briceño, la presencia de una representación diplomática del chavismo ante la OEA complicó hasta ahora su acceso a la silla venezolana en el organismo regional. En las asambleas hubo una serie de cuestionamientos públicos a la presencia de los representantes de Maduro, particularmente de Estados Unidos y la Argentina, pero pese a que por mayoría de votos se declaró "ilegítimo" al régimen venezolano, no hay unanimidad entre las delegaciones y la situación genera todavía fuertes divisiones.
En la última reunión de la Asamblea Permanente, el viernes pasado, quien ocupó esa silla fue Samuel Moncada, el verborragico embajador de Maduro ante las Naciones Unidas, que hizo una encendida defensa del régimen bolivariano y denunció por enésima vez un intento de golpe de Estado promovido por el gobierno de Washington y ejecutado por sus "títeres" en la región, entre los que contabilizó al secretario general de la OEA, el uruguayo Luis Almagro.
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